Una asociación de Burgos pide ayuda contra el avispón
Quiere investigar el envenenamiento con un troyano, para evitar la muerte en cadena.
efe | burgos
La Asociación Avispa Asiática de Burgos va a pedir a la Junta de Castilla y León poder investigar la aplicación del método de envenenamiento denominado troyano contra la plaga de Vespa velutina, o ‘avispón asiático’, que afecta a la comarca de Las Merindades, para evitar un envenenamiento de especies en cadena.
Roberto Puch, miembro de Avispa Asiática, ha explicado a Efe que se aprovechará el Congreso de Vespa velutina, del 22 al 23 de julio en Medina de Pomar (Burgos), para plantear la solicitud.
El objetivo es abrir una línea de investigación en la Universidad de Burgos o en otra universidad pública de la región para abordar las consecuencias de aplicación de este método.
El troyano consiste en convertir a un ejemplar de Vespa velutina en un Caballo de Troya, al que se rocía con un veneno específico que luego acaba envenenando a los avispones del nido al que pertenece.
Se trata de un método muy efectivo pero exige una investigación muy seria, a juicio de Puch, puesto que podría llegar a provocar un envenenamiento de especies en cadena.
Los venenos diseñados son muy persistentes, así que se corre el riesgo de que entren en la cadena trófica y de la velutina pasen a otras especies a través de la alimentación, lo que supondría un grave peligro para otros animales y también para los seres humanos.
De ahí la necesidad de realizar una investigación en profundidad, porque la Asociación Avispa Asiática está a favor de su utilización, pero con garantías, ha asegurado Roberto Puch.
Por el momento, este método no está autorizado en la Comiunidad de Castilla y León, aunque los apicultores burgaleses lo han pedido, ni tampoco tiene autorización en el País Vasco, donde la Vespa se viene considerando plaga ya desde el pasado año 2010.
De ahí que se luche contra el avispón asiático con la instalación de trampas, recién autorizadas por la Junta, para capturar al mayor número posible de reinas y limitar la proliferación de nuevos nidos, que supongan aumentar el número de ejemplares de esta especie tan funesta para la apicultura de la Comunidad.
Otro de los sistemas consiste en disparar a los nidos, cuando se encuentran fuera del casco urbano, ha explicado Puch, para luego poder rociarlos con insecticidas y larvicidas.
Y cuando el método del disparo no sea viable, la alternativa son las pértigas, unas cañas de pescar de unos treinta metros de longitud que suben el veneno a los nidos para lograr su exterminación.
Son sistemas que permiten ir controlado la plaga, ha recordado Puch, pero que nunca conseguirán su erradicación, porque la Vespa velutina ha venido para quedarse.
De hecho, las trampas instaladas por la Junta esta primavera han permitido capturar 374 ejemplares de avispón asiático, el 99 por ciento de ellos en Burgos.
Sin embargo, Roberto Puch ha insistido en que la velutina seguirá expandiéndose, y a la colonización de Burgos le seguirán las de León o Palencia.