Diario de León

El fiscal aumenta en 400 años la petición de pena

Comienza el juicio al etarra que ordenó el atentado contra la casa cuartel de Burgos .

El etarra Mikel de Karikoitz Carrera Sarobe. FERNANDO ALVARADO

El etarra Mikel de Karikoitz Carrera Sarobe. FERNANDO ALVARADO

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efe | madrid

El fiscal elevó ayer de 3.498 a 3.860 años su petición de cárcel para el exjefe del aparato militar de ETA Mikel de Karikoitz Carrera Sarobe por ordenar el atentado con furgoneta bomba en la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos en 2009, al ser 160 los heridos y no 145 que contabilizó inicialmente.

La Audiencia Nacional inició ayer el juicio de Mikel de Karikoitz Carrera Sarobe alias ‘Ata’ por esta causa en el que han solicitado la misma pena para él las acusaciones ejercidas por la Asociación Víctimas del Terrorismo, la Asociación Unificada de Guardias Civiles y a título particular varias víctimas mientras que la abogada del acusado ha pedido su absolución.

El acusado se negó a prestar declaración y durante la sesión de ayer testificaron los etarras Íñigo Zapirain y su compañera sentimental, Beatriz Etxebarría, ya condenados a 3.860 años de cárcel al igual que el también integrante del comando Otazua de ETA Daniel Pastor como autores materiales de este atentado, cometido en la madrugada del 29 de julio de 2009.

Ambos negaron conocer al acusado y aseguraron que declararon tras ser detenidos que Mikel de Karikoitz Carrera Sarobe fue quien les ordenó el atentado por las torturas que recibieron de guardias civiles que les obligaron con amenazas, incluso a ella con una agresión sexual, lo que fue negado por los agentes que comparecieron en la vista.

Ata ha sido condenado a sendas cadenas perpetuas en Francia por los asesinatos de dos guardias civiles -Fernando Trapero y el leonés Raúl Centeno- en Capbreton y del policía francés Jean-Serge Nérin, considerada la última víctima mortal de ETA, y el juicio que celebra la Audiencia Nacional es el único al que se someterá en España antes de ser devuelto al país galo.

Varios guardias civiles han declarado que en la época del atentado el acusado era responsable del aparato militar de ETA y que como tal ordenó esta acción y suministró en Francia a los terroristas la furgoneta bomba.

Añadieron que la dirección de la organización terrorista le apartó luego de esta responsabilidad tras reprenderle por criticar la falta de comunicación entre los máximos dirigentes de la banda y los comandos y por el hecho de que las acciones se estaban llevando a cabo «al libre albedrío».

Explicaron que había una «lucha de poder» en la que en un lado estaban los responsables del aparato logístico y militar y por otro los del político y financiero.

Otros agentes recordaron que «fue un gran atentado con el fin de provocar el mayor daño posible» llevado a cabo con unos setecientos kilos de explosivos que provocaron un cráter a 16 metros de la fachada donde estaban los cinco bloques de viviendas, que tenía siete metros de diámetro y 1,80 de profundidad.

Los guardias civiles recordaron que siempre han sido objetivo de ETA que atacó durante su trayectoria criminal 163 cuarteles de este cuerpo.

El fiscal pide además que se condene al acusado a indemnizar a los heridos con cantidades que varían según las lesiones que sufrieron.

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