La tecnología refuerza una tradición de siglos
Introducen una memoria USB en el arca de los documentos de una dehesa soriana.
efe | almarza (soria)
La introducción de una memoria USB en el arca que custodia los documentos relativos a la gestión de una dehesa comunal entre los municipios sorianos de Almarza y San Andrés de Soria actualizó ayer una tradición de siete siglos que cada Epifanía se renueva con el traslado de la caja.
Invitado de excepción fue este año el director del IES Antonio Machado, Miguel Ángel Delgado -el centro educativo cumple 175 años de su fundación-, quien resaltó en su discurso que el arca que los vecinos trasladan cada 6 de enero está cargado de valores que la sociedad actual «parece no dar importancia».
«Encuentro este acto repleto de valores humanos como civilidad, respeto, lealtad, solidaridad, hermandad, amistad y mucho más que podría citar», subrayó durante su alocución.
La alcaldesa de Almarza, Ascensión Pérez, formuló un canto al medio rural, «lleno de fortalezas y de oportunidades», por lo que reivindicó, ante el problema de la despoblación, más ayuda de las administraciones. «Nos faltan personas, capital humano, no es normal y a la vez es injusto que en ciudades grandes habiten millones de personas, mientras aquí nos conocemos todos por nuestro hombre y apellido», apeló.
Los dos pueblos revivieron en el paraje de Canto Gordo la ceremonia habitual en que los vecinos, encabezados por sus representantes, materializaron el relevo en la custodia del arca tras comprobar que los documentos se encuentran en perfecto estado.
Para abrir el arca es imprescindible la utilización de dos llaves, una en poder de cada pueblo.
El documento más antiguo se remonta a 1329 y se refiere al primer privilegio dado por el rey castellano Alfonso XI para ceder el uso exclusivo de una fértil dehesa -la Dehesa de la Mata- a los pueblos de Almarza, San Andrés de Soria, Cardos y Pipahón -éstos dos últimos ya desaparecidos-, como premio a los hombres de estas tierras que le acompañaron en la batalla y demostraron así su nobleza y lealtad. Antiguamente, el arca era portado por los quintos -los mozos a los que les tocaba hacer el servicio militar-, pero desde hace ya varios años hombres y mujeres comparten esta tarea.