La universidad defiende su rol para transformar el tejido productivo

Responsables de universidades europeas e iberoamericanas evidenciaron ayer la importancia que tiene el vínculo entre el conocimiento generado en la institución académica y el entorno social en el que se encuentra asentada a la hora de provocar un mayor desarrollo en el territorio. Sin embargo, apostillaron que hay que ser «partes de un todo» con el que interactuar para actuar dentro de una red «con fines comunes» porque, de lo contrario, los resultados serán peores. Las universidades no podrán alcanzar ellas solas el desarrollo del territorio, aunque incidieron en que su «fuerza» es ser el lugar común de los actores que persigan también ese fin.

De la misma manera abogaron por ir «paso a paso» a la hora de querer generar «nichos de excelencia» a partir de los que crear actividad económica, e incidieron en la necesidad de trabajar conjuntamente con los gobiernos más próximos para fomentar un vínculo de transformación, no solo de los egresados, sino también en materia de innovación mediante la creación de actividades vinculadas al potencial de cada territorio. «Hay que crear investigación en campos que pueda favorecer la transformación del tejido productivo local hacia algo más productivo», declaró el investigador de la London School of Economics del Reino Unido, Andrés Rodríguez-Pose.