La Junta carga contra Ribera, la «ministra enterradora» del carbón
Critica la improvisación del Ministerio para la Transición Ecológica en el diésel y las nucleares.
ical | valladolid
La consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, definió ayer a Teresa Ribera como la «ministra enterradora» porque quiere acabar de un plumazo con el carbón, con el diésel y con las nucleares. Del Olmo, visiblemente contrariada con la titular del departamento para la Transición Ecológica, arremetió contra la «improvisación impropia de un cargo público» e indicó que no sabe si Ribera «improvisa o medita sus decisiones». «Espero que no lo haya meditado», dijo, para que recapacite en su anuncio.
Y es que, como puso de manifiesto Del Olmo, la ministra «quiere terminar con todas las fuentes de energía» estables, que permiten que el sistema funcione en todo momento, lo que se traduce, dijo, en una subida de los precios de la energía para todos los ciudadanos.
La consejera de Economía y Hacienda también denunció que las intenciones de Teresa Ribera sobre el diésel «atentan gravemente» contra la industria del automóvil, tan importante en Castilla y León, y ratificó las críticas vertidas ayer por el presidente de Anfac y de Renault España, José Vicente de los Mozos, quien advirtió de que la incertidumbre introducida afectará a futuras inversiones. «La ministra no mide las consecuencias que puede tener para el empleo en Castilla y León», dijo.
Asimismo, Pilar del Olmo constató que esa decisión también «atenta» contra todos los ciudadanos que tienen un vehículo diésel, desde un repartidor, a un camionero o un particular. «No valor las consecuencias», sentenció. Pilar del Olmo también recordó que cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, nombró a Teresa Ribero, ella la felicitó inmediatamente y le solicitó una reunión, para que conociese de primera mano la situación y las reivindicaciones de Castilla y León. En este sentido, lamentó que la ministra no le haya respondido ni a la felicitación ni a la petición de un encuentro.
Así, cargó contra un Gobierno al que sustenta un grupo en el Congreso con 80 diputados y «no es capaz de dialogar con las autonomías» que pueden explicarles las consecuencias de sus políticas. «Todo es una improvisación impropia de cargos públicos», resumió.
Por otra parte la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, restó ayer importancia a las palabras de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera cuando manifestó en el Congreso que «el diésel tiene los días contados» y que su «impacto» en la calidad del aire es «lo suficientemente importante» como para ir pensando en un «proceso de salida». Algo que pueden tener su impacto en la fábrica de Motores de Renault en Valladolid, que monta más de 1,5 millones de propulsores, de los que un millón utiliza como carburante el gasóleo. Barcones apuntó que la ministra compareció para exponer unos «planteamientos iniciales» y fijar la «acción de gobierno» para lo que resta de legislatura. En ese sentido, subrayó que, posteriormente, llegará el momento de «detallar» las acciones a ejecutar.