Los ‘peros’ del turismo en internet
Los usuarios de páginas web de viajes critican tener que pagar para entrar a iglesias y catedrales; que en el Campo Grande de Valladolid haya muchos pavos reales; o que la plaza Mayor de Salamanca esté repleta de restaurantes.
álvaro garcía | valladolid
La imposibilidad de recorrer toda la Muralla de Ávila con el carrito de bebés; no poder entrar con el perro en la Catedral de León; o que el Acueducto de Segovia parezca hecho de cartón piedra. Estas son algunas de las quejas que los usuarios escriben en las páginas web de viajes como Tripadvisor. Muchos turistas deciden mostrar su frustración sobre las visitas que realizan a ciertos monumentos, para disuadir a otros turistas de que no los visiten. En Castilla y León son varios los lugares emblemáticos que han recibido críticas negativas por parte de los usuarios de estas webs de viajes.
Uno de los comentarios más repetidos sobre las catedrales y las iglesias es el de tener que pagar, en algunas ocasiones una cantidad «elevada», para poder visitarlas. Es el caso, por ejemplo, de la Catedral de Zamora, un turista mostraba en esta página web su desacuerdo por tener que «pagar cinco euros por visitar la casa de Dios». En los comentarios de la Catedral de Burgo de Osma (Soria), una usuaria compartía «no poder rezar por el fallecimiento de un familiar» en el interior de la catedral puesto que tenía que pagar 2,50 euros de entrada y la solución que le dieron por parte de los responsables de la taquilla fue «rezar desde fuera».
Sin información
Los templos religiosos de la Comunidad no son los únicos que reciben críticas. Los turistas que visitaron la Muralla de Ávila recomendaban pasear por fuera o por dentro del recinto amurallado pero no la visita específica a la Muralla, «es un paseo por encima sin ningún tipo de información o historia de la construcción». Otra familia denunciaba no poder acceder en algunos tramos con el carrito de bebé puesto que no había ascensores o rampas accesibles. Cabe remarcar que el Ayuntamiento abulense recibió en 2016 el Premio Reina Letizia en Promoción de Accesibilidad Universal de Municipios por las obras de eliminación de barreras arquitectónicas, el trabajo realizado en accesibilidad cognitiva y el desarrollo del turismo accesible. Además en 2008 la ciudad fue galardonada también con el Premio Reina Sofía por expresamente facilitar, en ciertas zonas de la Muralla, el acceso a personas en silla de ruedas o con movilidad reducida.
La ciudad de Valladolid recibió opiniones desfavorables en la web de viajes. Un usuario salió desencantado de la localidad, recomendaba su visita «si no había ningún sitio más al que ir, o estaba en el camino hacia algún otro lugar». Explicó en su comentario que «tiene un aspecto muy industrial» y que «existen sitios más bonitos e interesantes por toda España» que visitar.
Suciedad en el Campo Grande
Más concretamente, para un turista, el Campo Grande «estaba sucio fuera del camino principal, y con demasiados pavos reales que no dejaban de hacer ruido». Otros, relataron la inseguridad que sintieron al pasear por la noche, y reclamaban más luz en otras zonas del parque, no simplemente en el paseo central.
La Plaza Mayor de Valladolid también fue criticada «por no estar cerrada», como otras plazas; por permitir la circulación de autobuses; y por tener un aparcamiento subterráneo, por lo que «había que andarse con ojo con los coches», escribió un usuario en la web.
En el monasterio de Santa María la Real, en Aguilar de Campoo (Palencia), «debería mejorarse la accesibilidad», es «imposible» acceder con sillas de ruedas. Además si se coincide con una visita de grupo «no se puede ver nada» porque el espectáculo para el grupo incluye el apagado de las luces y un juego de colores «que son incompatibles con la contemplación de la iglesia», criticaron.
En Segovia, una persona criticaba la «extravaloración» del Acueducto, que parece «salido de un decorado de película mala» y fabricado de «cartón piedra». «Gusta ver las cosas viejas con un poquito menos de cirugía». La crítica también se extendía a la ciudad, «tan arreglada e impoluta, que parece de mentira», comentaba esta misma persona. La plaza del Mío Cid, en Burgos, «no tiene ningún tipo de interés», escribieron los usuarios. Creían que la estatua ecuestre del Cid Campeador debería estar en otro lugar del casco antiguo de la ciudad y no en una plaza «con tráfico por todas partes».