Piden penas más duras por el maltrato a los animales
Manifestación tras la muerte torturado de un perro en Valladolid.
EFE | VALLADOLID
Más de un centenar de personas mostraron ayer su repulsa por la muerte violenta del perro de Santovenia (Valladolid) y exigieron que se endurezcan las leyes contra el maltrato animal. La concentración se ha llevado a cabo en el ágora de la localidad y en la que se han dado cita diferentes protectoras de la provincia, además de vecinos del municipio.
La concentración fue convocada por Defaniva. La presidenta de la protectora, Tatiana Díez, mostró su «agradecimiento» por el apoyo recibido durante estos días «difíciles» y, además de «condenar» el suceso, ha incidido en la necesidad de «endurecer las leyes» para que no se vuelvan a producir «casos como este».
Defaniva fue la protectora la que llamó a la Guardia Civil el miércoles al descubrir al perro muerto en la cocina de la vivienda de la familia que le había adoptado. «Intentamos ponernos en contacto con ellos en varias ocasiones para hacer un seguimiento del perro, pero o no nos cogían el teléfono o nos colgaban», relata Tatiana Díez. De ahí que se presentaran en el municipio y localizaran a la madre y la niña cerca del domicilio y lograran «convencerlas» para que les dejaran entrar. «Fue cuando nos encontramos al perro muerto en una cocina precintada y llamamos a la Guardia Civil», puntualiza.
La presidenta de Defaniva señala que es la primera vez que se encuentran un caso como este. «Nos han devuelto perros distintos motivos, pero ni en nuestras peores pesadillas podíamos imaginarnos esto», lamentó Tatiana Díez que desde que está al frente de la protectora ha dado en adopción a unos 450 animales. Díez insiste en que la protectora ahora va a «parar» su actividad para «centrarse en este caso» que ellas han denunciado y en el que se presentarán como «acusación particular». Aun así, admiten que no paran de darle vueltas. «No sé si tendrán que cambiar los filtros para dar en adopción al animal... pero es que ellos los pasaron todos porque él es militar, ella ama de casa, tenían una niña, era todo tan normal», concluye.
El perro fue «presuntamente ahogado, torturado» y tapado por mantas durante tres meses en una cocina, han contado los miembros de la protectora. Según Defaniva, la niña contó que su padre pegaba «muy fuerte y en todas las partes» a Cooper, que tenía un trapo en la boca.
Los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León han iniciado una investigación sobre la situación familiar de una niña que convivió junto a sus progenitores durante tres meses con el cadáver de su perro muerto en la cocina de la vivienda. El padre ha sido detenido por un delito de maltrato animal.