El tejido empresarial continúa sin ganar tamaño en la Comunidad
Bajan las sociedades que contratan y crecen las actividades sin asalariados con cifras de récord.
Ical | Valladolid
Ganar tamaño empresarial para crecer en competitividad en un mercado global e impulsar el empleo directo e inducido en la Comunidad es un reto que sigue sin encontrar respuesta en Castilla y León, pese a los esfuerzos políticos y los apoyos económicos desde la Administración.
Los datos que facilita el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que entre el inicio de 2013 y el de 2018, es decir, en un lustro, el tejido empresarial de la Comunidad se desplazó aún más hacia el estrato de empresas sin asalariados. Un período en el que la Comunidad redujo su masa empresarial en 167 actividades, hasta las 161.986.
Las empresas sin empleados crecieron hasta suponer el 54,5 por ciento del tejido empresarial, sumaron 3.293 actividades nuevas, y ascendieron a comienzos del ejercicio a 88.330. Este importante incremento se produjo a costa de las micropymes, que se deshicieron de sus plantillas o desaparecieron. En concreto, estas empresas de entre uno y diez empleados ascendían en el comienzo de este año, a 67.333, lo que supone 3.622 menos que cinco años atrás. Las microempresas constituían el otro gran grupo de la estructura empresarial de la Comunidad, con el 41,6 por ciento.
Por su parte, las pequeñas empresas, las que cuentan con entre diez y 49 empleados, sumaban 5.465 actividades en 2018 y crecieron sólo en 119. Estas empresas representaban el 3,4 por ciento del total. Estos datos supone que el 99,5 por ciento de las empresas de Castilla y León eran actividades sin asalariados, micropymes o pequeños negocios.
Este dato contrasta con el número de empresas medianas (con entre 50 y 250 trabajadores) o grandes (más de 250), que sólo representaban el 0,5 por ciento del tejido, con 858 actividades. Este tipo de compañías crecieron en 43 durante los cinco años de análisis, sobre todo en el segmento del 100 a 199 empleados, donde ganaron 16.
Flexibilidad a la americana
El presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), Santiago Aparicio, definió las cifras que marcan la evolución de la estructura empresarial en la Comunidad, como «descorazonadoras». El dirigente patronal denunció que estos datos son fruto de una «legislación laboral hostil a los intereses de la empresa» y sentenció que mientras esa situación no cambie, de nada servirán todos los programas que se pongan en marcha de crecimiento empresarial, empresas tractoras o lo que se les ocurra a las autoridades.
Por provincias, el mayor porcentaje de empresas sin asalariados se concentra en Burgos, donde representaban a 1 de enero de este año, el 56,8 por ciento, con 14.778; seguida de León, con el 55,5 por ciento, y 17.366. Asimismo y siempre según el INE, en Zamora suponían el 54,6 por ciento del global, que sumaba 6.353; y en Valladolid, el 54,1 por ciento, con 18.378. Estas empresas sin empleados también sumaban más de la mitad del tejido empresarial en Salamanca, donde ascendía a 12.073, con un 54 por ciento del total; y Ávila, con 5.462 y un 53,7 por ciento. La situación se repetía en Palencia, donde las empresas sin trabajadores representaban a comienzos de este año, el 53,3 por ciento del total, con 5.343; y Segovia, donde ascendían al 53,2 por ciento, con 5.739. Soria era la única provincia de Castilla y León donde estas empresas representaban menos de la mitad del tejido productivo.
Castilla y León
La patronal cree que la clave es la flexibilidad para contratar y despedir
Redacción