La primera niña de 2019 en Soria no nació hasta ayer y se llamará Abril

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Abril, que se ha convertido en la primera niña soriana nacida en 2019, refleja el invierno demográfico que arrastra la provincia más despoblada de España, con apenas 88.000 habitantes en 10.000 kilómetros cuadrados y con el doble de fallecimientos que nacimientos en los últimos años.

Abril ha nacido a las 5.41 horas de la madrugada de ayer, en el cuarto día del año 2019, la fecha más retrasada que se recuerda de un nacimiento en un nuevo año en Soria y que supone ser el último primer bebé del año de todas las provincias españolas.

Laura Sanz, de 30 años y natural de Almenar de Soria, y Jairo Llanos, de 35 años y natural de Soria-capital, han sido los primeros padres que celebran un nacimiento en 2019 en el hospital Santa Bárbara de Soria, después de un parto que ha resultado duro porque la niña venía al mundo «un poco cruzada» y se pensó incluso en recurrir a la cesárea.

Sin hijos

La madre ha reconocido que entiende que la juventud soriana no se anime a tener hijos, por las complicaciones no sólo económicas que supone sino por las dificultades para conciliar la vida laboral y familiar. «Antes los niños se criaban de otra manera. Por ejemplo te ponías un pantalón de tu hermano. Ahora todo cuesta más», ha resaltado el padre.

El gerente de Asistencia Integrada de Soria, Enrique Delgado, que ha confirmado a Efe que es el primer año en que el primer bebé nace tan tarde, ha subrayado que en el hospital Santa Bárbara se atienden una media de 600 partos en los últimos años, frente a los 1.200 defunciones que se certifican.

A su juicio, la deficiente natalidad es un problema fundamental de conciliación de la vida familiar, porque cada vez es más complicado criar y cuidar a los hijos y cada día existen problemas de conciliación dentro de la propia familia, no ya sólo en el trabajo. «Los abuelos ayudan mucho, porque siempre hay una carencia de otras medidas que permitan a los padres cuidar a los hijos y no tener dificultades», ha apuntado.

Delgado ha asegurado que la natalidad es un debate social en la que los ciudadanos tienen que entender la necesidad que existe de tener hijos y de conciliar la vida familiar y laboral.

Soria llevó en el 2008 y 2009 con un pequeño repunte de la natalidad merced al crecimiento de la población, que superó los 94.000 habitantes, debido al aumento de la inmigración, y en 2012 se regresó a las cifras actuales, con menos de 600 nacimientos. El invierno demográfico afecta no sólo a Soria sino a Castilla y León, España y la propia Europa. «O viene gente de fuera o cambiamos las tasas de natalidad que tenemos porque con crecimientos vegetativos de -2 es imposible», ha advertido.