El clima electoral envuelve al hemiciclo
E n los usos parlamentarios de las Cortes de Castilla y León ha estado siempre el de suspender las sesiones plenarias durante los periodos de campaña de las elecciones generales, tratando así de no contaminar el debate propio de la Cámara autonómica con el circo político que suele preceder a toda cita con las urnas. En esta ocasión no habrá lugar, puesto que la campaña previa al 28 de abril no comenzará hasta el viernes de Dolores, fecha en la que ya habrán sido disueltas las Cortes al convocarse en los primeros días de ese mes las elecciones autonómicas del 26 de mayo.
Pero una cosa es la campaña oficial y otra la que en la práctica discurre desde mucho antes, en este caso como poco desde el pasado otoño y que, tras el adelanto decidido por Pedro Sánchez, ha cobrado definitivamente vuelos. Y la antepenúltima sesión plenaria de las Cortes antes de su disolución -tras esta solo quedaran las dos programadas en el mes de marzo- no podía sustraerse al clima inequívocamente electoral que domina el ambiente.
Aunque con distinta formulación, los dos principales grupos de oposición, PSOE y Podemos, coincidieron en cargar la suerte contra el presidente de la Junta a cuenta de su asistencia a la concentración del pasado día 10 en la madrileña plaza de Colón. Tanto Luis Tudanca como Pablo Fernández reprocharon a Juan Vicente Herrera su presencia «en un acto de carácter partidista», afeándole que nunca se haya sumado a otro tipo de convocatorias de carácter social, tales como las manifestaciones del 1 de mayo, las del Día de la Mujer Trabajadora o las movilizaciones en defensa de la Sanidad, la Educación o las pensiones. Y tras aclarar que acudió a la plaza de Colón a título estrictamente personal, y no como presidente de esta comunidad, Herrera reivindicó su derecho de asistir libremente a una convocatoria que no considera partidista, sino de mera «defensa de la unidad de España».
Tal vez porque el presidente de la Junta no concurrirá a la reelección, el cruce de reproches transcurrió sin mayor acritud. Herrera se permitió incluso ironizar ante el hecho de que el portavoz de Podemos exhibiera una bandera rojigualda desde su escaño: «Es la primera vez que hace usted algo serio en este Parlamento», le espetó entre el regocijo de la bancada popular.
En esta tesitura, el portavoz de Ciudadanos, Luis Fuentes, quien parece que finalmente repetirá como candidato naranja a la presidencia de la Junta, decidió comenzar su campaña con un chute de autobombo. Fuentes consumió todo su tiempo en una sola intervención en la que se felicitó (nunca mejor dicho) por las rebajas fiscales aprobadas en Castilla y León durante la presente legislatura, atribuyendo la paternidad de las mismas a su grupo parlamentario. Toda vez que la pregunta recababa el grado de satisfacción del presidente ante la política fiscal aplicada en la comunidad, la contestación de Herrera no pudo ser más elocuente: «Estoy casi casi tan satisfecho como su señoría», precisando, eso sí, que de los 47 procuradores que habían ido apoyando tan celebradas medidas fiscales, 5 eran los de Ciudadanos y los otros 42 del Partido Popular.
Menos satisfecho hubo de mostrarse el presidente ante el balance del gobierno autonómico en materia demográfica, donde preguntado por el procurador de IU, José Sarrión, no tuvo más remedio que admitir que no podía realizar una valoración positiva. No podía ser de otra forma, habida cuenta de que desde 2010 esta comunidad ha perdido alrededor de 150.000 habitantes, una merma que equivale más o menos al censo de población de toda la provincia de Segovia…