Amilivia se compromete a reforzar la independencia de unas instituciones útiles

ical | valladolid

Los nuevos presidentes del Consejo de Cuentas, Mario Amilivia, y del Consejo Consultivo, Agustín Sánchez de Vega, se comprometieron ayer a mantener las señas de identidad de ambas instituciones propias de la Comunidad como la independencia, neutralidad y transparencia porque han demostrado su eficacia para los ciudadanos.

Amilivia y Sánchez de Vega juraron sus cargos de presidentes en un «acto entrañable, familiar emotivo», como ambos expresaron, al que asistió el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera; el presidente en funciones de las Cortes, Ramiro Ruiz Medrano, los secretarios de la Mesa Óscar Reguera (PP) y Carlos Chávez (Podemos) y consejeros de Cuentas y Consultivo en un salón de recepciones lleno, con presencia de políticos, representantes públicos y familiares de los dos nuevos presidentes.

Después de expresar el honor, responsabilidad e ilusión por asumir el cargo, los dos presidentes resaltaron la importancia del respeto a la Constitución y al Estatuto de Autonomía en el que se asientan los consejos de Cuentas y Consultivos en su función de control de la legalidad y de la fiscalización del sector público.

Sánchez de Vega, catedrático de Derecho Constitucional, subrayó que la institución está consolidada, despuérs de que asumiera las competencias del Tribunal de Recursos Contracturales, y destacó los 14.700 dictámenes emitidos desde 2003 y los 650 recursos desde 2013 con más de 4.000 millones de ahorro en litigio. En cuanto a los deberes que se propone, resaltó el de dar a conocer más el papel institucional y social deL Consultivo a los ciudadanos e instituciones o colaborar con la Agenda 2030 y en especial con las universidades en la transferencia de conocimiento.

Por su parte, Amilivia defendió que, sí se quiere una Administración eficiente, responsable, eficaz y transparente y si se pretende «eliminar abusos e irregularidades», el camino no es la supresión de estas instituciones, que calificó como «la mejor inversión y el remedio, la cura, no la enfermedad».

Reforzar la independencia del Consejo de Cuentas y garantizar su autonomía órganica y funcional aseguró que serán los principales objetivos de su mandato, por lo que aprovechó ya el acto para reivindicar la reforma de la ley de las Instituciones Propias para «evitar disfuncionalidad y garantizar, más si cabe, su autonomía e independencia».

En tal sentido, defendió que debe ser el pleno de la institución quien apruebe su Plan Anual de Fiscalizaciones libremente, «al margen de cualquier tipo de instrucción o influencia del poder Legislativo o de la Administración», y sin perjuicio de que las Cortes, en el ámbito de sus competencias, puedan instar a la realización de las fiscalizaciones que consideren oportunas.