El AVE de la España vaciada encara la prueba final para saltar a Galicia
Este mes comienza la revisión de la vía y la catenaria para probar el sistema de seguridad.
j. a. | valladolid
La línea de Alta Velocidad ferroviaria entre la ciudad de Zamora y Pedralba de la Pradería, cerca del límite con Orense, afronta las últimas fases de pruebas técnicas que permitirán dar por finalizada la construcción de la vía sobre la que volará el AVE para abrir una nueva conexión entre Castilla y León y Galicia. Recortará los viajes en 50 minutos en estos dos territorios de la España vaciada, aunque para ello todavía faltan meses.
De momento, la apertura comercial de la línea entre Sanabria y Zamora no tiene fecha, si bien la fase final de las pruebas, de acuerdo a la información del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), augura ya los últimos meses de trabajo, antes de que la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria otorgue los permisos y Renfe tome el control de este nuevo corredor de 110 kilómetros, que supondrá la primera conexión en alta velocidad entre dos comunidades que cuentan ya con trazado AVE.
Las obras de construcción en el tramo entre Zamora y Pedralba de la Pradería avanzaron en 2018, si bien no lograron cumplir el calendario previsto de estar rematadas. En el nuevo año, en concreto a finales de enero, se llevaron a cabo las primeras auscultaciones geométricas de vía en todo el tramo, en el que desde finales de febrero se están practicando las pruebas de carga e inspecciones sobre un total de 70 estructuras.
Estas labores consisten en la colocación de trenes con vagones-tolva cargados de balasto sobre los puentes y viaductos, pero también en el paso de dichos trenes a distintas velocidades. «Esta fase está muy avanzada y está previsto que finalice en la primera quincena de mayo», aseguraron a Ical fuentes de Adif. A partir del 13 de mayo se procederá al amolado de carril de todo el tramo, así como de los desvíos que configuran el esquema de la línea entre Castilla y León y Galicia. La siguiente fase consistirá en las pruebas de auscultación geométrica y dinámica, tanto de la vía como de la catenaria, el sistema que facilita la alimentación eléctrica y que permite la circulación de este tipo trenes, frente a los convencionales de gasoil.
El calendario que maneja el Ministerio de Fomento establece que estas pruebas se realicen a partir de la segunda mitad de mayo y en ella participarán los conocidos como trenes laboratorio de Adif. La última fase, en lo relativo a la infraestructura, serán las relacionadas con el sistema de comunicación y seguridad ERTMS, una vez finalizadas con éxito las auscultaciones de vía y catenaria. Además, la operadora, Renfe, realizará sus propias pruebas de formación de maquinistas o simulaciones comerciales.
Con ello, el administrador ferroviario prevé cerrar en estos primeros meses del año la verificación del corredor de alta velocidad para que Renfe pueda asumir su gestión y comenzar la fase de pruebas. La puesta en servicio, todavía una incógnita, no se producirá, al menos, hasta después del verano, previsiblemente en la recta final de 2019, para lo que es necesario que se construya la estación de Sanabria.
Controvertida estación
A principios del verano pasado arrancaron los trabajos de construcción de la controvertida estación de alta velocidad en Sanabria (Zamora), en la línea de alta velocidad Madrid-Galicia, con un presupuesto de cuatro millones y con el objetivo de dar servicio a la comarca, con una población de 7.000 vecinos que se triplica en verano, y también a la ciudad de Braganza y la región de Tras os Montes, en el norte de Portugal.