PP y Cs ya tienen un acuerdo para gobernar en Castilla y León
Mañueco presidiría la Junta y Cs las alcaldías de Palencia y Burgos y la Diputación de Segovia .
ICAL | VALLaDOLID
Los integrantes de las comisiones negociadoras de Cs y PP alcanzaron ayer a última hora un principio de acuerdo para gobernar los próximos cuatro años en Castilla y León. De esta manera se despeja el camino para que el líder de los ‘populares’, Alfonso Fernández Mañueco, sea investido presidente de la Junta de Castilla y León, y a cambio Ciudadanos conseguiría poder institucional a través de la Presidencia de alguna diputación provincial y de algunos de los principales ayuntamientos de la Comunidad.
Todo apunta a que la formaciónaranja conseguiría las alcaldías de Palencia y Burgos y la Diputación de Segovia
Génova ha confirmado también este acuerdo a Ical, que llega exactamente una semana después de que ambas formaciones iniciaran los contactos con el respaldo de representantes nacionales de ambos partidos. Después de que ambas partes expresaran su convencimiento de poder llegar a un acuerdo fructífero en las negociaciones, este parece haberse producido después de siete días de negociaciones.
Las conversaciones se vieron frenadas después de que el pasado jueves el candidato de Cs a la Junta, Francisco Igea, pusiera sobre la mesa la exigencia de aplicar la limitación de mandatos a ocho años, con efectos retroactivos, a los consejeros, secretarios y directores generales de un posible Gobierno de coalición. Los ‘populares’ pidieron estudiar esta propuesta, y la aceptaron a principios de esta semana, lo que permitió seguir adelante con las negociaciones.
En este periodo de impás, fue el candidato socialista, Luis Tudanca, quien reconoció que la «batalla» no estaba perdida y que el PSCyL no renunciaba a la Presidencia de la Junta, alegando que un acuerdo con el PP no cumplía las premisas de regeneración a las que hacía alusión la formación naranja. Tudanca remitió una carta a Igea en la que le pedía públicamente que ambos partidos se sentaran a negociar de manera urgente para intentar llegar a un acuerdo de gobernabilidad, algo a lo que el candidato ‘naranja’ respondió reconociendo las «dudas» que tenía sobre la intención regeneradora del PP.