Detienen a una mujer cuyo perro murió por un golpe de calor

 La Policía Nacional ha detenido en Valladolid a una mujer de 27 años, dueña del perro que murió atado en un balcón y a pleno sol el pasado jueves 27 de junio, como presunta autora de un delito de maltrato animal por negligencia grave.

Tras comprobar un veterinario concertado por la Policía Municipal que el chip del animal confirmaba que el perro era de su propiedad, y que la mujer vivía en el inmueble, se estableció como causa de la muerte la "asfixia por estrangulamiento causado por la torsión de la correa con la que estaba atado".

A esta causa, se le añade con carácter complementario, la de "un golpe de calor debido a que estaba expuesto en una terraza sin protección frente al sol y con altas temperaturas", según ha confirmado la Policía Nacional a través de un comunicado.

Los agentes de Policía Nacional de la Comisaría de las Delicias de Valladolid, tras entrevistarse con el veterinario han manifestado que la muerte del animal se debió de manera directa a una negligencia grave de su cuidadora, por lo que procedieron a su detención, aunque posteriormente ha sido puesta en libertad con cargos debido a su estado de salud.

El suceso se produjo el pasado jueves día 27 cuando los agentes de la Policía Municipal intentaron rescatar al perro encerrado a mediodía en el balcón de una vivienda del barrio de las Delicias, a la que llamaron en diversas ocasiones, sin que nadie abriera.

Los agentes dieron entonces aviso a una dotación del Cuerpo de Bomberos que con ayuda de una escalera mecánica ascendieron hasta el balcón, donde solo pudieron comprobar el fallecimiento del animal, en uno de los días con más altas temperaturas por la ola de calor.

La Policía Local de Valladolid recordó al día siguiente a través de su cuenta de Twitter, que la ola de calor también afecta a los animales e indicaron algunas recomendaciones que se deben seguir para su cuidado durante estos días de altas temperaturas, como hacer que el animal siempre tenga agua a su disposición, no pasearle en las horas centrales del día o no dejarlo en el coche.