Verano aún sin fructificaciones de setas tras una primavera «regular»
Los bosques no verán producciones hasta finales de agosto, si el clima no lo impide.
La campaña micológica tiene su punto álgido en otoño. EUROPA PRESS
ICAL | SORIA
La campaña micológica de primavera en Castilla y León fue de una calidad comedida, en general caracterizada por un régimen de precipitaciones y temperaturas con fuertes contrastes entre meses y zonas de producción, según explicó ayer el director del Instituto Micológico Europeo, Fernando Martínez Peña. Y es que el mes de marzo fue más seco y templado de lo normal, contrastando con un abril que fue más húmedo y fresco. Posteriormente mayo volvió a ser más seco y fresco en el noreste y seco y cálido en el oeste de Castilla y León. Finalmente en junio hubo grandes contrastes de precipitación entre provincias y temperaturas extremadamente altas al final del mes en general.
Como consecuencia de estas anomalías, en especial los picos de calor combinados con las heladas tardías, se malograron muchas fructificaciones de especies de primavera. No obstante, se registraron algunas, poco abundantes, de marzuelos, lansarones, boletus piniphilus (hongo rojo) y rebozuelos, entre otras especies.
Con todo, los recolectores de la Comunidad esperan las primeras fructificaciones de la campaña de verano, que todavía no se han registrado a pesar de las abundantes precipitaciones registradas en algunas zonas durante las primeras semanas de julio, especialmente en el este de la Comunidad.
“La explicación puede imputarse a las temperaturas registradas a finales de junio, mucho más altas de lo normal, lo que pudo alterar los ciclos de estas especies y necesitar más de tiempo para su recuperación. Lamentablemente la Agencia Estatal de Meteorología prevé una ola de calor para los próximos días en la región lo que no contribuirá al desarrollo de las fructificaciones”, explicó Martínez Peña.
El director del Instituto Europeo de Micología advirtió de la importancia que tendrá las lluvias de verano para la campaña micológica normal. En este sentido, señaló la importancia de un verano medio en cuanto a precipitaciones y temperaturas, sin graves episodios de sequía que dañarían las condicionar fisiológicas de los árboles con los que viven en simbiosis muchos de los hongos silvestres.