Diario de León

Comandos alados contra el topillo

Un total de 2.500 cajas nido de lechuza y cernícalo ejercen control biológico sobre el roedor

Los cernícalos son una de las especies que se usarán contra el topillo. RAMIRO

Los cernícalos son una de las especies que se usarán contra el topillo. RAMIRO

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David Herrero | Valladolid
León

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Sí, el topillo campa a sus anchas por diversas zonas de Castilla y León, y no, este roedor no fue liberado desde el aire por la Junta u otras administraciones. Mitos y leyendas que hace años que se llevan desmintiendo por parte de asociaciones ecologistas como el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa). Mientras tanto, estos colectivos tratan de concienciar a la población de una lucha efectiva a partir de buenas prácticas y la incorporación de la avifauna a un bando conjunto en contra del topillo campesino.

Tras la negativa del Gobierno regional a la quema de cunetas y a la utilización de venenos, el empleo de aves se ha convertido en una opción factible para el control biológico del roedor. En particular, los cernícalos y las lechuzas son los elegidos para ejercer presión en los campos de la comunidad, dado que ambos cazan, durante los tres meses de la época de cría, en torno a 700 y 900 topillos para cebar a sus pollos. De esta manera, Grefa ha puesto en marcha diversos proyectos de colocación de cajas para este tipo de aves con un total de 2.500 nidos en la región, dado que el reparto se realiza a partir de una media de 100 cajas por cada 1.000 hectáreas.

En particular, en Valladolid y en la zona de Tierra de Campos, desde el Grupo de Rehabilitación han instalado un total de 120 cajas en el municipio de Villalar de los Comuneros, mientras que, en la localidad de Rueda, se han colocado otras 30 cajas sobre postes, donde las lechuzas (10), los cernícalos (10) y los mochuelos (10) realizan una función depredadora entre los viñedos de Beronia Rueda, del Grupo González Byass. Una instalación «para el control biológico del topillo, ya sea en campos agrícolas como en viñedos, ya que hacen la misma función de presión y estrés hacia los roedores», afirma el secretario general de Grefa, Fernando Garcés.

En Tierra de Campos se han instalado un total de 120 cajas en el municipio de Villalar

La relación del predador depende de la cantidad de presa existente, dado que «la lechuza y los cernícalos se reproducen si hay alimento». De hecho, las cajas de Tierra de Campos tuvieron el año pasado «poca ocupación porque no hubo apenas topillos, mientras que este año, la ocupación ronda el 100 por ciento», destaca. Además, estos animales sirven de prevención contra la sobrepoblación del roedor porque «se desplazan a una zona donde habrá plaga con dos o tres meses de antelación, incluso cuando nadie lo percibe», subraya, por lo que se convierten en «uno de los mejores indicadores para detectar el problema».

Aun así, Garcés asegura que «están estudiando el comportamiento para que esta población de aves no afecte a otras especies como la perdiz, la codorniz o pequeños pájaros».

Desde la asociación medioambiental han construido un muro tipo bancal para dar refugio a reptiles como culebras, lagartos o lagartijas y también a pequeños mamíferos como la comadreja. Con una pequeña caja integrada en la construcción, se busca que si hay alguna por la zona se localice en el muro, dado que «es un excepcional animal para el control de roedores y de topillos», indica. En esta linea, en otro lugares se ha asociado la acción de este mamífero con el rastreo aéreo.

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