Los sindicatos rompen el diálogo y anuncian movilizaciones
La Junta y los sindicatos CCOO, CSIF y UGT rompieron ayer las negociaciones al no alcanzar un acuerdo para recuperar la jornada laboral de 35 horas semanales para los empleados públicos de la Administración Autonómica. Tras una reunión que se prolongó durante sólo 30 minutos, los representantes de los trabajadores manifestaron su indignación, dado que el Ejecutivo reiteró su voluntad de consenso «pero en ningún momento ha puesto una alternativa sobre la mesa». E incluso se sintieron «amenazados» con la posición del Gobierno regional. De este modo, a la salida del encuentro confirmaron su calendario de movilizaciones, que incluye una huelga general el 6 de noviembre. Según aseguraron los sindicatos, Ibáñez «se levantó de la mesa» sin presentar alternativa y argumentó que «no había nada más que hablar». A pesar de ello, las fuerzas sindicales han tomado la palabra y preguntado al consejero que, según ellos, «no ha respondido a sus preguntas».
A la salida, donde estuvieron respaldados por medio centenar de empleados públicos, aseguraron sentirse «amenazados» y criticaron la actitud del Ejecutivo por no aceptar su propuesta de aplicar a partir del 1 de enero las 35 horas y mantener desde el 1 de octubre el horario de verano existente en algunos servicios.
De esta forma, los sindicatos advirtieron a la Junta de que a partir de ahora los contactos serán con el comité de huelga, ante el paro general previsto para el 6 de noviembre. También se celebrará una movilización el 3 de octubre en las delegaciones territoriales, a excepción de Soria, donde es fiesta, y para la que se buscará otro día; el 17 de octubre en Valladolid, coincidiendo con la reunión del Consejo de Gobierno, y un paro de dos horas y media el día 25, a partir de las 11.30 horas.
En este sentido, la coordinadora del Área Pública de CCOO, Rosa Arribas, insistió en las amenazas del Ejecutivo. «Cada uno cumple su papel, que lo sepa la ciudadanía», comentó, tras un encuentro que calificó de «muy decepcionante». Incluso, prosiguió, el «peor momento» ha sido cuando el consejero ha leído una carta que Carlos Fernández Carriedo envío al Ministerio de Hacienda hace un mes en el que preguntaba «si les pagarían las entregas a cuenta si aceptaban aplicar las 35 horas y, por tanto, reducir el gasto».