Agricultura mantiene la alerta por topillos pero descarta plagas
La zona más afectada es Tierra de Campos y Llorente apuesta por la destrucción con cuchilla
El viceconsejero de Desarrollo Rural y director general del Instituto Tecnológico Agrario, Jorge Llorente, ha pedido estar «vigilantes y preocupados, pero no alarmados» ante la presencia de topillos en Castilla y León y ha reconocido que la situación actual «no es grave».
Llorente ha visitado ayer las actuaciones de lucha integral que se llevan a cabo contra el topillo campesino en la zona de Cantalpino (Salamanca) y, en declaraciones a los periodistas, ha añadido que «el propio ecosistema facilita repuntes poblaciones», por lo que «no hay que estar alarmados».
Sin embargo, hay zonas más preocupantes, «como Tierra de Campos, que abarca las provincias de Valladolid, Palencia, León, Zamora y algo de Burgos» y en el caso concreto de este año «se ha detectado un mayor repunte en las provincias de Salamanca y de Ávila y al sur de la vallisoletana».
«Estamos vigilantes en toda Castilla y León, aunque no tiene la misma incidencia que había el pasado año o en 2017, con repuntes importantes. Por ello, tenemos que estar preocupados, vigilantes, pero no alarmados, y conseguir que colaboremos todas las administraciones», ha añadido Jorge Llorente.
También ha reconocido que el método más eficaz para trabajar contra la plaga de topillos es a través de la «destrucción mecánica con cuchilla», un trabajo «laborioso», que puede causar «mortalidades de entre el 50 y el 60 por ciento», mientras que los roedores que lo evitan «quedan al descubierto de los depredadores».
Para el viceconsejero de Desarrollo Rural, se trata de «una plaga endémica que no se puede erradicar», por lo que hay que aprender «a convivir con ella».
Además, Llorente ha recordado la estrategia de la Junta de Castilla y León para la lucha contra los topillos, que tiene cuatro programas, la prevención y control en parcelas agrícolas, la prevención y control en reservorios dependientes de la administración, la monitorización y vigilancia, y la investigación y experimentación.
A pesar de ello, ha indicado que contra este topillo «no existe ninguna medida para ser eliminado», por lo que Llorente ha indicado que es necesario «aplicar cada medida en el momento adecuado