Demografía
Castilla y León ha perdido más de 151.000 personas en diez años
Castilla y León perdió, entre los años 2008 y 2018, un total de 151.613 personas, algo más los habitantes de Salamanca, según revela el informe de 'Fiscalización de la aplicación de las medidas aprobadas por las Cortes en materia de despoblación en las entidades locales' elaborado por el Consejo de Cuentas.
El consejero Emilio Melero ha desgranado durante la presentación del documento las principales cuestiones que pone de manifiesto el informe que hace el número 203 del Consejo.
El informe aborda las actuaciones concretas de los últimos seis años, si bien el análisis de las tendencias poblacionales se ha extendido a los últimos 15 años.
Así ha buscado verificar, mediante una encuesta, cuál ha sido el grado de conocimiento y aplicación de las actuaciones impulsadas por los diferentes niveles de gobierno, por parte de las diputaciones, capitales de provincia y municipios de más de 10.000 habitantes. Del total de 32 entidades, seis ayuntamientos y una diputación no han presentado la documentación solicitada.
En este sentido, el documento recoge que la población en España entre 2002 y 2019 se incrementó un 14,3 por ciento, mientras que la de Castilla y León disminuyó un 1,9 por ciento. Es decir, el peso de la población de la Comunidad sobre el total español pasó del 5,9 por ciento al 5,1 en el periodo de referencia.
La mayor variación de población por provincias entre 2008 y 2018 corresponde a Zamora (-11,5 por ciento), Avila (-7,7 por ciento) y León (-7,2 por ciento), mientras que la menor disminución corresponde a Valladolid (-1,7 por ciento).
Además, el saldo vegetativo (diferencia entre nacimientos y defunciones) de la Comunidad entre 2008 y 2018 ha sido de -106.828 personas, resultado negativo en todas las provincias en todos los años del periodo, a excepción de Valladolid de 2008 a 2011. Mientras, el saldo migratorio con otras comunidades autónomas en ese mismo periodo ha sido de -61.767 personas, siendo negativo, salvo puntuales excepciones, en todo el periodo y en todas las provincias.
El documento avanza también que el saldo migratorio con otros países ha sido positivo, sumando 16.982 personas. Excepto, en los años 2012 a 2015, el saldo migratorio con origen o destino en el extranjero ha sido siempre positivo para la Comunidad, especialmente concentrado en las provincias de León, Salamanca y Valladolid.
En cuanto a la distribución por sexos, se aprecia que la inmigración de mujeres siempre ha tenido una tendencia más positiva que la de los hombres, mientras que las migraciones interiores, Burgos, Salamanca y Valladolid han sido las provincias receptoras en mayor medida.
Considerando saldo demográfico y migratorio, el resultado es la pérdida de población en Castilla y León, en el periodo 2008-2018 de 151.613 personas, incide el informe que, analizado el saldo migratorio global entre 2016 y 2018 en función de la formación, constata que por cada persona que viene con una titulación superior se van dos.
El peso del PIB sobre el total nacional, de acuerdo con la metodología INE, ha pasado del 5,5 por ciento al 4,8 en el periodo 2000-2018. Por sectores, destaca la disminución del peso sector primario regional en el nacional, pasando del 12 por ciento al 5,7. El resto de sectores disminuyen ligeramente su peso relativo, excepto el secundario que aumenta de forma ligera. En cuanto al peso del número de empresas con respecto al total nacional ha tenido una ligera disminución en el periodo 2008 a 2019, pasando de representar el 5,0 por ciento al 4,8.
Por otra parte, la Agenda Digital para España introdujo entre sus objetivos para el 2020 el disponer de cobertura de más de 30 Mbps para el cien por cien de la ciudadanía y que al menos el 50 por ciento de los hogares haya contratado velocidades superiores a 100 Mbps en 2020.
En cuanto a la cobertura para 30 y 100 Mbps, aunque en términos de hogares se alcancen en Castilla y León en 2019 coberturas del 91,4 y 66,7 por ciento respectivamente, debido a la concentración de la población en grandes núcleos, la mayor parte del territorio sigue sin cobertura de redes de muy alta velocidad.