El caso del año y el estribillo más coreado

Hay quien ya lo califica como el juicio del año. No es para menos a la vista de los ríos de tinta e innumerables minutos en la radio y en la televisión que se le han dedicado. Después de más de un año desde que saltara a la palestra, el denominado «caso Nevenka» ha culminado con el anuncio del propio Ismael Álvarez de que dimitirá de todos sus cargos. Si bien el escenario de la noticia ha sido durante toda la semana la ciudad de Ponferrada, el revuelo no ha sido menor en la capital de la comunidad y, más en concreto, en los pasillos del castillo de Fuensaldaña, donde precisamente esta semana se celebraba pleno parlamentario. Y precisamente durante la primera jornada de este pleno, y tras no pocos intentos, el grupo parlamentario socialista lograba colar en el Orden del día una pregunta sobre el «caso Nevenka». La procuradora socialista Elena Pérez, conocida por su ahínco en defender los derechos de las mujeres, se atrevió a preguntar por la opinión de la Junta ante la «actitud acosadora» del fiscal García Ancos, finalmente retirado del juicio contra Ismael Álvarez. A pesar de este «atrevimiento», la única respuesta que obtuvo fue la de que el Ejecutivo autonómico respeta al máximo las decisiones judiciales. Y, como si del estribillo de «Europeïs living a celebration» se tratara, ésa fue la misma respuesta que al día siguiente corearon todos los responsables populares que se atrevieron a hablar en las Cortes sobre la sentencia. Cómo si se pudiera tener otra postura al respecto... Sin embargo, tanto el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, como el portavoz parlamentario de los populares en las Cortes, Francisco Vázquez, se empeñaron en repetir machaconamente la misma historia. Eso sí, uno lo hizo con el logotipo de las Cortes a la espalda y el otro, -Herrera-, eligió un aséptico fondo para no decir casi nada. Revuelo en las Cortes El único que no tuvo reparos en decir algo más fue el presidente de los populares leoneses, José María López Benito, quien alabó la decisión de renuncia del edil ponferradino y procurador por León, y señaló que sólo una sentencia absolutoria habría devuelto a Álvarez al seno del Partido Popular. Por el momento, y a la espera del recurso que presente, continúa suspendido cautelarmente de su militancia en el partido. Volviendo al revuelo que causó la noticia en Fuensaldaña, hay que decir que hubo hasta quien se olvidó de que había pleno. Nada más conocerse la noticia, los periodistas fueron los primeros en informar a algunos procuradores sobre el resultado de la sentencia. Uno de los primeros en enterarse fue el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, quien a base de teletipos, puso al día al propio presidente y al portavoz parlamentario. Daba la sensación de que, o bien no esperaban el resultado condenatorio, o bien no tenían preparado cómo hacer frente a la noticia, independientemente de cuál fuera la sentencia. Tras el PSOE, que ya había manifestado su opinión ante, durante y después de la sentencia, el más rápido en tomar posiciones fue el procurador de Izquierda Unida, Antonio Herreros, quien no dudó en recordar una situación similar producida hace años, cuando se le dio el escueto plazo de 24 horas para dimitir al entonces presidente de la Junta, Demetrio Madrid, que tan sólo había sido imputado en un caso judicial. Por su parte, los procuradores de la Unión del Pueblo Leonés prefirieron hacer las declaraciones en León, donde al parecer se les atiende bastante mejor que en Fuensaldaña. Y después del inesperado vuelco electoral autonómico de la Asociación de Jóvenes agricultores de Castilla y León en las elecciones a cámaras agrarias provinciales que se celebraron el pasado domingo, es hora de hacer análisis. Si bien es difícil hacer una transposición política de lo que ha sucedido estos días en el campo, todo apunta a que algo podría estar cambiando. En el conjunto de la comunidad, al contrario que en la provincia de León, se ha dado un importante vuelco electoral a la organización agraria desde siempre más vinculada al PP, mientras que Coag, el sindicato más relacionado con la izquierda, gana por primera vez en el mayor número de provincias y también en número de votos. Sin embargo, los expertos aseguran que en ningún caso se pueden extrapolar estos resultados a la vida política, a pesar de que suponen el último test antes de los comicios municipales y autonómicos del año que viene. Al parecer, el voto del campo no tiene color político sino que con él simplemente se pretende lo mejor para los agricultores y ganaderos, que no es poco. En este caso parece que ha ganado el trabajo bien hecho de cinco años, una importante apuesta por los servicios al sector y la defensa de un modelo de agricultura y ganadería muy concreto, la de los profesionales a título principal. Y hablando de comicios, el Partido Socialista de Castilla y León vive mañana su elecciones primarias en cinco ciudades de la comunidad. A partir de ese momento, sólo faltará conocer el nombre de todos los candidatos populares a las principales alcaldías para que, en la práctica, entremos en periodo de pre-campaña electoral. Hasta los relojes A todo esto, Castilla y León se prepara para afrontar la huelga general del 20 de junio en la que, según cree el líder de Izquierda Unida, José Luis Conde, «van a pararse hasta los relojes». Hasta el debate sobre el estado de la región parece haberse retrasado por este motivo y continúa sin tener un fecha fijada. Lo que parece que ha dejado de retrasarse son las ayudas de los programas de desarrollo rural Leader y Proder, que ayer mismo cumplían el último paso para convertirse por fin en una realidad en Castilla y León y en el resto de comunidades solicitantes. Al margen de la polémica sobre la adjudicación de estos programas en algunas provincias castellanas y leonesas, -sobre la que todavía queda mucho que hablar-, más vale tarde que nunca.