De Francisco y las Cortes

El histórico leonesista José María Rodríguez de Francisco consiguió esta semana en las Cortes de Castilla y León lo que parecía imposible: unanimidad en la votación favorable a una de sus muchas iniciativas parlamentarias, en esta ocasión referida a los residuos de la construcción. Orgulloso de haber obtenido por fin un resultado positivo de sus tantas idas y venidas a Fuensaldaña, De Francisco no podía dar crédito a sus oídos cuando, tan sólo unos minutos después de su éxito, el conjunto de periodistas que acostumbran a cubrir la información parlamentaria le reclamaron por fin unas declaraciones sobre el malogrado alcalde de Ponferrada, Ismael Álvarez. Su respuesta tajante fue «no», por supuesto. Después de ocho años como procurador autonómico, el leonesista debe estar más que dolido con unos informadores que, después de tantas iniciativas y algún que otro éxito, acuden a él, prácticamente por primera vez, tan sólo para pedirle «carnaza». Cierto es que los medios regionales han podido interesarse por los procuradores de la UPL con carácter puntual, pero como esta semana, en bloque y sobre la noticia más importante del día, sin duda fue la primera vez. Hizo bien el leonesista en devolver la jugada. Al fin y al cabo políticos y periodistas se necesitan mutuamente y precisamente esa necesidad es la que otorga el poder al otro.