La Junta traslada al Fiscal el caso del asilo de Puebla de Arlanzón
La Junta de Castilla y León ha puesto en conocimiento de la Fiscalía los hechos denunciados de presuntos malos tratos a mayores en el centro Love and Live de La Puebla de Arganzón (Burgos) así como los datos de la investigación abierta por la Administración autonómica por si se pudiera derivar alguna responsabilidad penal. Así lo manifestó el consejero de Sanidad y Bienestar Social y portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, quien explicó que trabajan ya en la búsqueda de centros para los residentes en caso de que la residencia fuera cerrada. Fernández Carriedo precisó que, además de la vía judicial, se abrió un expediente administrativo que ha llevado a una sanción económica para la residencia, así como al análisis de posible cierre, sobre el que habrá una decisión «en breve». Por otro lado, destacó que la inspección, por parte de los servicios de la Junta, es continúa y añadió que el pasado año se incoaron 71 expedientes, hubo 42 sanciones y se cerraron cuatro centros por incumplir la normativa. La Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León en Burgos se encuentra a la espera de que la inspección emita un informe sobre presuntos malos tratos para adoptar las medidas pertinentes, que podrían llegar incluso al cierre cautelar de las instalaciones. El delegado territorial de la Junta, Fernando Rodríguez Porres, confirmó que desde la Gerencia de Servicios Sociales ya se está trabajando previamente para poder reubicar a los ancianos en otros centros geriátricos próximos al Condado de Treviño en el caso de que la Inspección proponga el cierre de la residencia «Love and Live». La Gerencia de Servicios Sociales ha realizado diversas inspecciones a este centro geriátrico en los últimos meses tras haber recibido quejas de los trabajadores sobre el trato que se brindaba a los ancianos, tras lo que ya se produjo una primera sanción y una recomendación a los propietarios de la residencia para que incrementara la plantilla. Rodríguez Porres afirmó que desde la Junta «lo que más preocupa es la atención de estos ancianos», señaló.