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León

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Sin avisar, y sin que nadie lo esperara, una bacteria de la temida legionella se ha colado entre los pasillos del insigne castillo de Fuensaldaña. Los funcionarios del Parlamento autonómico están que trinan y los Partidos de la oposición, sobre todo el PSOE, indignados. Nadie sabe cómo ha sido pero la cuestión en que todos los empleados, y también los propios procuradores, se han sentido estos días expuestos a un cierto peligro, sobre todo tras publicarse el rumor de que podía haber algún infectado. Aunque el presidente de las Cortes de Castilla y León, Manuel Estella, ha tratado de quitarle hierro al asunto, lo cierto es que la forma en que se ha conocido, casi por casualidad, lejos de tranquilizar al personal, ha hecho crecer la desconfianza de todos. Por lo pronto, el PSOE ya ha pedido, -en las propias Cortes, claro-, que alguien explique las causas de este fallo en la higiene y salubridad del edificio que alberga al Parlamento autonómico. Cusiosamente, los socialistas no se enteraron oficialmente del problema, -salvo por los medios de comunicación-, hasta el pasado jueves, algo que les ha indignado profundamente. Y no es para menos, sobre todo teniendo en cuenta que el PSOE también está representado en la Mesa de las Cortes, que se supone que es el órgano de gobierno del castillo de Fuensaldaña.