El viraje de Ciudadanos convulsiona los pactos políticos
En Murcia, la moción de censura se ha explicado por las vacunaciones irregulares y una presunta trama de corrupción en la contratación municipal
La moción de censura que el PSOE y Cs han presentado en la Región de Murcia y en el ayuntamiento, rompiendo los naranjas su coalición con el PP, ha desencadenado un terremoto autonómico, con una primera réplica en Madrid, que se ha tomado la revancha anunciando un adelanto electoral. Podría haber una segunda réplica en Castilla y León, donde los socialistas se han decidido finalmente por presentar la moción de censura que llevaban sopesando desde hace un tiempo y que para prosperar necesitan del respaldo de los naranjas. Al menos de cuatro.
La ruptura de Cs con el PP en Murcia, avalada por Inés Arrimadas, ha tenido una respuesta casi inmediata en la Comunidad de Madrid, donde su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, ha decidido convocar comicios, una decisión de la que estaba al tanto Pablo Casado. Aunque Más Madrid y el PSOE se han apresurado a registrar una moción de censura para impedir ese adelanto electoral, que sería el 4 de mayo, está en el aire que finalmente puedan llegar a debatirse.
Desde Cs han insistido en que la moción de censura se circunscribía solo a Murcia, según han asegurado fuentes de este partido, que no esperaba represalias por parte del PP. Pero todo ha acabado saltando por los aires en unas horas.
Hay comunidades donde la relación entre los dos socios ha sido muy difícil desde el principio, como es el caso de Madrid, y otras, donde no siéndolo, por ejemplo en Castilla y León, su vicepresidente, Francisco Igea, no cuenta con el respaldo de Inés Arrimadas y eso podría provocar algún cambio. Y luego están aquellas coaliciones que funcionan a la perfección como si fueran un único partido y buen ejemplo son Andalucía o el Ayuntamiento de Madrid.
La relación de las dos formaciones, que había sido más o menos tranquila hasta hace unos meses, empeoró notablemente a cuenta de las vacunaciones de cargos del PP saltándose la cola y también por las presiones de Vox con el pin parental. Mientras, la desconfianza total en el Ayuntamiento murciano se abrió paso con la denuncia del primer teniente de alcalde y portavoz de Cs en el consistorio, Mario Gómez, de una presunta trama de corrupción en la contratación municipal.
La espada de Damocles ha estado sobre la Comunidad de Madrid desde que arrancó la coalición por la mala relación que han mantenido Ayuso y su vicepresidente de Cs, Ignacio Aguado, con continuos encontronazos.