Igea defiende la memoria histórica pero sin «censura retrospectiva»

El vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, defendió ayer la memoria y dignidad de las víctimas de la Guerra Civil (1936-1939) y de los represaliados durante el franquismo, pero «sin censura retrospectiva» y sin «invertir la carga de la prueba». Castilla y León «sigue apoyando la actividad memorialista, las excavaciones, los mapas de fosas y la identificación de las víctimas que desgraciadamente siguen en nuestras cunetas», manifestó Igea durante la inauguración en Valladolid de la exposición ‘Economía y Guerra Civil’.

«Es un compromiso ineludible de la Junta de Castilla y León y un derecho irrenunciable de los familiares recuperar a sus seres queridos, enterrarles y reconocerles con dignidad para dejar claro que estas cosas no pueden ocurrir», añadió al ser preguntado por la tramitación.

Para Igea, «es necesaria la memoria y el derecho», pero «no se puede caer en la censura retrospectiva e invertir la prueba de carga en ningún caso, en ningún delito», insistió antes de visitar la exposición en el palacio del Licenciado Butrón, sede del Archivo General de Castilla y León.

Consta de billetes, monedas, documentos, vales de consumo, cartillas de racionamiento y carnés expedidos por los dos bandos contendientes durante la Guerra Civil, para ofrecer una idea de la dureza de la vida cotidiana en la España dividida y asolada por una contienda bélica y fratricida entre 1936 y 1939.

El vocabulario más empleado (‘matute’, ‘haiga’ y ‘estraperlo’), las cartillas de racionamiento, el papel de fumar, las cajetillas de tabaco y los vales ofrecen una idea de las circunstancias precarias en que se desenvolvía la población.

De ello da cuenta también un conjunto de fotografías con las denominadas ‘colas del hambre’ frente a los establecimientos donde entregaba, debidamente racionados, productos de primera necesidad como pan, leche, aceite y huevos.