León compartirá centro de residuos no peligrosos con el Bierzo y Zamora

Castilla y León cuenta desde ayer con un Plan de Residuos Industriales con vigencia hasta el año 2010, cuya gran prioridad es la creación de las infraestructuras necesarias para la gestión de los residuos no peligrosos, algo que hasta el momento no existía. La Junta anunció ayer la construcción de tres grandes centros de recogida: uno en el eje Medina del Campo, Palencia y Burgos, con una capacidad de recepción de 1,5 millones de toneladas de residuos al año; otro entre León, Ponferrada y Benavente, que servirá para dar tratamiento a los residuos de esa área también al norte de Palencia con una capacidad de medio millón de toneladas anuales; y una tercera instalación próxima a Salamanca, con capacidad para 500.000 toneladas. Aunque aún no hay fechas, -ya que es la iniciativa privada la que asumirá costes y construcción-, el proyecto de Medina del Campo, Palencia y Burgos goza de prioridad en la planificación de la Junta, que ha anunciado un concurso público para el año que viene. En sus ocho años de vigencia, el plan contará con una inversión de 90,36 millones de euros, de los cuales más del 70% serán aportados por la iniciativa privada. Entre sus objetivos figura reducir hasta un 45% los residuos peligrosos que se generan en la comunidad (unas 133.000 toneladas al año), reciclar el 100% de determinados residuos como las batería de plomo o los fluorescentes, y reutilizar un 39% de los aceites usados. En residuos no peligrosos, se espera que en 2010 la reducción sea del 25% y se reutilice un 35%.