Valladolid
Las palizas y la muerte de ‘Cooper’ llegan hoy a juicio
Un militar y su esposa, acusados de matar al perro que adoptaron
El juicio la muerte violenta del perro ‘Cooper’, ocurrida en 2018 y de la que están acusados el matrimonio compuesto por Luis E.M. y Raquel F.R, con peticiones de pena de entre un año y tres años y ocho meses de cárcel, se celebrará hoy en Valladolid.
‘Cooper’ fue adoptado por la familia de Santovenia de Pisuerga (Valladolid) en marzo de 2018 y encontrado muerto con signos de violencia el 20 de agosto en la cocina del domicilio de los adoptantes, una familia compuesta por una pareja y una hija de seis años, que habían mantenido el cadáver tapado bajo mantas durante varios meses en la cocina de su domicilio con la niña presente, que fue la que contó que su padre le pegaba palizas al cachorro. El perro tenía en la boca un trapo, con el que pudo haber ahogado al perro.
La vista oral tenía que haberse celebrado el día 18 de mayo, aunque entonces no pudo ser debido a que ambos acusados, con residencia en Santovenia de Pisuerga, se encontraban ilocalizables, de ahí que el titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Valladolid, encargado de enjuiciar su presunta implicación en la muerte del perro, se viera obligado a suspender la vista y dictar la correspondiente orden de busca y captura.
Luis E.M. fue detenido tras ser localizado en Proyecto Hombre, donde recibía tratamiento, mientras que su mujer se encontraba ilocalizada tras haber facilitado hasta cuatro domicilios diferentes en tres meses. En ninguno se la ha podio encontrar. El juicio se celebrará hoy con la presencia de él solo.
En el banquillo
No fue la suspensión sufrida en este proceso judicial. La primera vez se paralizó para determinar el estado mental del principal acusado, que es militar de carrera, y despejar las dudas sobre si sufre o no un trastorno mental.
Todo porque dos días antes del juicio, la defensa presentó un informe médico-forense elaborado por una técnico del Instituto de Medicina Legal de Valladolid que fue recibido por las acusaciones, sin posibilidad de practicar prueba contradictoria.
El informe apunta que Luis E.M. padece un trastorno explosivo intermitente, con ataque violentos de ira, que será utilizado por su defensor en su petición alternativa como eximente de transtorno mental. El juez ordenó que la Unidad Médica de la Base Militar El Empecinado, sita en Santovenia de Pisuerga, remitiera un informe con los antecedentes médicos del imputado y, al mismo tiempo, las pruebas psicofísicas bianuales a las que Luis E.M. es sometido junto al resto del personal de dicha unidad.
Las acusaciones populares mantienen que ese informe supone reconocer un trastorno que sería «incompatible» con la profesión de militar, algo que también pondría en entredicho los exámenes bianuales que practican las Fuerzas Armadas por no haberlo detectado en un militar con veinte años de profesión, ya que ingresó en el Ejército en 1999 y actualmente presta servicio en el departamento de Informática.
La Fiscalía sólo inculpa al hombre como presunto autor de un delito continuado de maltrato animal y le pide un año de prisión. Las acusaciones populares que ejercen la ong Libera y la asociación por los derechos de los animales Defaniva piden tres años y ocho meses para cada uno de los integrantes de la pareja por un delito continuado de maltrato animal y otro de maltrato con resultado de muerte, teniendo en cuenta la agravante de abuso de superioridad, ya que el perro tenía seis meses.
La Asociación Animalista Libera llegó a pedir que se investigara también un posible maltrato a la niña que convivió durante tres meses en la vivienda con el cadáver del perro.