La comunidad gitana condena la reyerta entre dos familias

Según relató Salazar, la reyerta se originó por dos jóvenes que habían bebido y no fue una «cosa premeditada», sino que en el curso de una «calorada discusión», llegaron a las manos, lo que llevó a la intervención de los familiares. «Lo que nos preocupa es la convivencia porque surge esto y es negativo para todos», lamentó Salazar. Vicente Jiménez añadió que «nos duele que se saque este hecho negativo cuando venimos a entrevistarnos con Don Manuel», en referencia al Procurador del Común. No obstante, los representantes gitanos afirmaron que al tratarse de dos familias que residen en provincias distintas, es decir una en Roa (Burgos) y la otra en Valladolid, «el arreglo es más fácil», pues no deberá entrarse en lo que marca la ley gitana, que es el destierro de una de las familias. Dos personas, de unas ocho que fueron atendidos en centros sanitarios, permanecen en estado grave ingresados en hospitales de la capital vallisoletana y de Burgos. En el Hospital Clínico Universitario se encuentra E.M.G, de unos 40 años, quien permanece ingresado en el servicio de cirugía cardiaca en estado grave, aunque estable, y presenta una herida punzante en el quinto espacio intercostal izquierdo, a la altura del corazón. En el Hospital General Yagüe de Burgos, permanece ingresado en estado grave A.L.B. con un traumatismo craneoencefálico, después de que otra persona herida en la reyerta también fuera atendida en este centro sanitario. Hasta el momento no se ha procedido a realizar ninguna detención y continúan las investigaciones.