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«Nuestro interés es la Región Leonesa: León, Zamora y Salamanca»

Manuela Iglesias Carreño. PREPAL

León

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León, Zamora y Salamanca. Tres palabras —y tres provincias— que no se le van de la boca a Manuela Iglesias Carreño, zamorana —y por lo tanto, leonesa— licenciada en Ciencias Químicas por la Universidad de Salamanca, maestra por encima de muchas cosas, viuda, madre de tres hijos, abuela de seis nietos y cabeza de lista del Prepal (Partido Regionalista del País Leonés) a las elecciones autonómicas del 13-F.

«No somos separatistas, no somos nacionalistas, somos regionalistas, somos parte de España y de Europa, eso que quede claro», dice la otra Iglesias Carreño, Manuela, o la primera, que tanto monta, como Francisco, su hermano y fundador del Prepal.

Y quedando claro eso, vamos a por el meollo. Porque Manuela Iglesias se niega a pronunciar en toda la entrevista la palabra autonomía — «ese engendro», dice ella— separación y, por su puesto, independencia, aunque sea de Castilla.

«Nuestro único interés es la Región Leonesa: León, Zamora y Salamanca», sostiene rotunda. «No tenemos que rogar el reconocimiento del Reino de León porque somos una entidad propia y estábamos antes», añade.

De eso, de ser o no los primeros en la historia, va también su disputa histórica con la UPL.

«La primera diferencia con ellos está en el origen: nosotros fuimos los primeros», explica. Y luego pasa por encima, aunque lo menciona, de la escisión-expulsión, pero es rápida al sostener que «cualquier conquista leonesista es celebrada» y que el Prepal ve con buena disposición todo lo que defienda y, sobre todo, conquiste la Unión del Pueblo Leonés para la Región Leonesa.

Y no sólo la UPL, cualquier partido o persona que luche por esos intereses. Por ejemplo, el alcalde de León, José Antonio Diez, del PSOE. «Pues sí, le aplaudimos», dice Iglesias, «él por lo menos ha reflexionado sobre lo que pasa», añade.

Y lo que pasa es, dice, «la discriminación de este territorio dentro de este híbrido que es Castilla y León». Y añade la retahíla de datos que facilitan periódicamente el INE, las administraciones públicas y el Gobierno, y que solapa la Junta, sobre despoblación, paro, descenso de natalidad, fuga de ciudadanos, debacle económica, olvido administrativo y falta de iniciativas y perspectivas.

Que la Región Leonesa tiene entidad propia, lo reconozcan o no en la Junta, en el Gobierno central o donde quiera que sea, le queda a Manuela Iglesias Carreño meridianamente claro cuando pasa la frontera y se planta en Portugal. «Si tú le preguntas a un ciudadano portugués cuáles son sus fronteras te responde que linda con Galicia, León, Extremadura y Andalucía. Nunca les escucharás decir que tienen frontera con Castilla y León», explica didáctica, haciendo gala de sus 46 años como docente en centros educativos de Salamanca, Toro y Zamora.

Esta política, que en las elecciones de 1996 encabezó la candidatura del Prepal al Congreso de los Diputados por Madrid, integrada «enteramente» por 37 mujeres del País Leonés, defiende el ideario del Prepal y su Anteproyecto de Estatuto para la Comunidad Autónoma Región Reino Leonés, el instrumento para el pleno logro «con la Constitución española en la mano» de una Comunidad propia «dentro de la España nación».

Una lucha que 37 años después de la creación de «Castilla y de León» —y recalca no sólo la ‘y’ sino también el ‘de’— sigue «muy viva».