La resaca del debate electoral
Mañueco no desvela si pactará con Vox, Tudanca excluye al partido de Abascal e Igea, a Vox y a Mañueco
Mañueco se resistió a vincularse a un pacto con Vox pero marcó distancia con el partido de derecha extrema en materia de igualdad Tudanca ofreció «diálogo hasta la extenuación» con todos excepto con Vox Igea, dispuesto a emular una ‘gran coalición’ al estilo Merkel, deja fuera a Vox y a Podemos y, sobre todo, a Mañueco
La pregunta vital aguardaba a los candidatos del PP, PSOE y Cs al final del debate, el segundo y último, ya en la recta final de la campaña electoral del 13-F: ¿con quién van a pactar el 14-F?
El primero en responder, Igea, arrancó con un «yo no voy a interactuar porque ya sé lo que vale la palabra del señor Mañueco en cuestión de pactos» y luego lo dejó meridianamente claro, el único quizá.
«Vamos a sacar a los extremos», en referencia a Podemos y Vox. Y un dato clave más de Cs: «Hay una persona que está excluida de los pactos», en referencia a Mañueco.
Fernández Mañueco en cambio se abstuvo de desvelar con quién pactará el PP, reiteró que pedía un gobierno «en solitario y fuerte» para «gobernar sin hipotecas desde el diálogo y la moderación», pero ni palabra de con quién y mucho menos de Vox aunque luego en el debate marcó una línea roja al partido de Abascal: ni un paso atrás en la lucha contra la violencia genero, dijo.
Tudanca, que reflexionó que «si no hay mayoría, tendremos que negociar», ofreció diálogo del PSOE «con todos los que quieran cambio» en un guiño a los partidos de la España vaciada y dejó claro «con quien no: nunca con Vox».
Vox, el cuarto en el debate
El partido de Abascal, sin estar en el debate, lo sobrevoló durante toda la noche. Por ejemplo cuando Igea aseguró: «Tenemos que asegurarnos de que el nuevo socio de Mañueco no entra para acabar con la política contra la violencia de género».
O Tudanca al preguntarse «lo que pasará con la protección de las mujeres y sus derechos a cambio [Mañueco] de seguir en el poder».
Mañueco nunca mencionó a quien las encuestas vaticinan que tendrá que ser su socio si quiere gobernar la Junta. Ya lo había anticipado en su primer minuto.
«Ofrezco —dijo Mañueco—un pacto con las personas de Castilla y León». Y pidió un gobierno «fuerte, sólido, estable y sin egos» y «libre de hipotecas y chantajes», sin aludir a ningún partido, aunque no hizo falta.
Igea le respondió enseguida. «Son unas elecciones convocadas desde la mentira», dijo el líder de Ciudadanos.
Y mandó luego un mensaje de esperanza, en clave para sus votantes, simpatizantes y colaboradores.
«Puede triunfar la honestidad», dijo. «Cada vez estamos más cerca de que triunfe la honestidad y pierda la mentira». Mañueco, dijo Igea, ha puesto «la Comunidad al servicio de los intereses de su partido».
35 años gobernando
En su primer turno, Tudanca —el único candidato que a lo largo del debate usó la fórmula inclusiva de ‘todos y todas’ y ‘de Castilla y de León’— pidió «una mayoría aún más grande [que en 2019] para que el cambio sea imparable».
Y anunció su gran línea del debate, la de la «dramática» despoblación. «Muchos de los que nos ven lo harán desde fuera porque se han ido o han visto marchar a sus hijos. Esta tierra no puede perder más oportunidades».
Se refirió Tudanca reiteradamente a los 35 años de gobierno del PP en la Junta de Castilla y León.
«35 años del gobierno del PP... será por algo, señor Tudanca, será por algo», le espetó Mañueco.
Entre las propuestas, Igea apostó por «las políticas liberales de bajada de impuestos» y se comprometió a proteger «a los sectores que más han sufrido», como el turismo.
Mañueco adelantó «un plan para combatir la soledad con 2.100 millones de euros».
Tudanca propuso «transformar CyL hacia una economía de los cuidados» para que «los mayores puedan quedarse en sus casas» y exigió incrementar un 25% las plazas públicas en residencias.
«El problema no es que tengamos muchas personas mayores, sino que hay pocos jóvenes», le espetó Tudanca a Mañueco, y se apuntó el líder socialista la «revalorización de las pensiones aprobada por el PSOE» y el Gobierno de Pedro Sánchez.
Sánchez, el otro invitado
Mañueco también mencionó al Ejecutivo de Sánchez pero en negativo, al recordar los precios récord de la luz y los carburantes, el IPC disparado o el reparto de los fondos de la UE y luego se atribuyó todo el éxito de los datos económicos en los que destaca CyL.
«¿Y si todo esto iba tan bien, por qué convocó elecciones», le inquirió Igea.
«¿Y qué va a hacer usted para que baje la luz, la gasolina y el IPC?», interrogó para exigirle que el debate se ciñera a Castilla y León a la vez que le recordó que la gestión de Empleo e Industria la llevaba Ciudadanos y no el PP.
«En este gobierno había una ‘Amigo’ de los autónomos», le dijo Igea a Mañueco en referencia a la consejera Ana Carlota Amigo.
El rifirrafe
Durante el debate, Tudanca e Igea atacaron a Mañueco pero apenas lo hicieron entre ellos. Más el líder socialista que el naranja, especialmente en el bloque de sanidad, prácticamente el único asunto en el que se enzarzaron.
Mañueco reprochó a Tudanca la política de reparto del dinero Next de Bruselas que hace el Gobierno central y Tudanca a Mañueco que todo lo que prometió en el debate se va a hacer «precisamente» con el dinero que reparte el Ejecutivo.
Los tres líderes llegaron puntuales a las instalaciones de CyL TV. Lo hicieron en el orden que marcó la suerte.
Mañueco el primero, con un traje azul no demasiado oscuro —dicen que el color que mejor da en la tele—, camisa clara y corbata también en azules.
Tudanca el segundo, en azul más oscuro y más informal, con camisa blanca y sin corbata.
Igea el último, con chaqueta oscura, pantalón marengo y corbata burdeos y un detalle: llegó en taxi. Era su primer debate presencial en esta campaña del 13-F, el otro, el del 31 de enero, lo hizo online desde la casa de sus padres porque tenía covid.
Llegaron sin papeles en la mano. Se los llevaron hasta los atriles sus asesores quince minutos antes de que comenzara el debate.
Tudanca tuvo una baja importante en su equipo, no estuvo Ana Sánchez, responsable de campaña del PSOE, confinada por coronavirus.