El «calvario de 28 denuncias»
La madre de Olivia denunció a su expareja por maltrato e incluso por abuso. Lo hizo hasta en 28 ocasiones antes de que él obtuviera, el viernes, la custodia de la niña. Él siempre salió absuelto, «pero vivía un calvario», cuenta la familia de Eugenio García. Las denuncias incluían a otras personas que se relacionaban con la menor cuando le tocada estar con el padre. Eso incluyó a la abuela de la niña, «que no se atrevía ni a bañarla», dice la familia.
La madre se llevó en dos ocasiones de Segovia a Asturias a la niña sin ponerlo en conocimientod el juzgado y sin permiso del padre. La última, en agosto, cuando matriculó a Olivia en Gijón, en un colegio de la misma orden religiosa en la que estudiaba en Segovia. El viernes, el juzgado concedió la custodia al padre, que durante cinco años litigó por la compartida. El domingo, la madre de Olivia fue detenida. La pequeña estaba tendida en la cama muerta junto a ella.
Ayer, en una manifestación en Gijón se vivieron momentos de tensión entre partidarios y detractores de la ministra de Igualdad, Irene Montero.