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El crimen de la niña Olivia desata la disputa de la violencia vicaria entre Vox, Montero y Feijóo

Gallardo dice que la «ideología de género mata» y la ministra de Igualdad le exige que deje de enfrentar a las víctimas

Varias personas increpan a la alcaldesa y autoridades tras el minuto de silencio en Gijón. ELOY ALONSO

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EFE

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El crimen de la niña Olivia, de 6 años, por el que está detenida su madre, sirvió ayer de argumento para que se desatara una disputa política sobre violencia vicaria y violencia machista entre Vox y el Gobierno de la nación que terminó envolviendo al PP de Feijóo.

El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, sostuvo ayer que «la ideología de género mata y genera incentivos perversos». El responsable autonómico de Vox hizo estas declaraciones al hilo de la muerte, presuntamente a manos de su madre, de Olivia, la niña de seis años cuyo cadáver apareció el lunes en un domicilio de Gijón.

En Zamora, donde acudió junto al grueso de los procuradores de su partido en las Cortes de Castilla y León para analizar los presupuestos presentados por el Gobierno autonómico, lamentó que «la realidad se impone de la manera más cruel y más dolorosa», remarcó que «existen distintos tipos de violencia, también de madres a hijos, y todos los tipos de violencia merecen repulsa y rechazo enérgico en dosis iguales».

«Los presupuestos incluyen una partida para sensibilizar y proteger a las víctimas de violencia intrafamiliar, y es un primer paso para avanzar hacia una sociedad de personas libres e iguales, donde toda la violencia va a merecer el mismo rechazo», dijo García-Gallardo.

El representante de Vox hizo estas manifestaciones tras guardar un minuto de silencio junto a sus compañeros de partido, que también realizaron referencias al crimen de Olivia durante sus exposiciones sobre el detalle de los presupuestos por provincia.

Cuarenta y ocoho horas tardó la ministra de Igualdad, Irene Montero, en condenar el crimen. Montero envió ayer todo su «cariño y respeto» a la familia.

«Condenamos ese asesinato y además quiero manifestar el respeto ante el dolor de sus familiares y de sus seres queridos, creo que hay pocas cosas más crueles que utilizar políticamente el dolor de las víctimas», subrayó Montero en los pasillos del Congreso.

Además, durante su intervención en la sesión de control al Gobierno, insistió en este mensaje y exigió a Vox que «deje de enfrentar a las víctimas.

«Nosotras vamos a luchar siempre contra todas las formas de violencia contra la infancia», aseguró Montero. «Nosotros hacemos leyes, ustedes generan odio», subrayó.

En el Hemiciclo, la respuesta lo forzó Vox en la interpelación de la diputada de Vox María de la Cabeza Ruiz Solás, que se detuvo en el crimen para denunciar que la ministra de Igualdad «no ha salido a denunciar» este «asesinato horrible de una mujer, una de las suyas, para vengarse de su pareja asesinando a su propia hija».

«Salir a denunciarlo sería reconocer que se ha equivocado, que la violencia no tiene género», dijo Solás. La intervención de la diputada de extrema derecha era en realidad incialmente sobre la Ley Trans y si la ministra de Igualdad «cree que los hombres pueden acceder a cualquier espacio reservado a mujeres simplemente manifestando que se sienten mujeres».

«Ya no podemos entrar tranquilas a un vestuario o a un baño», dijo la diputada de Vox, y se preguntó «qué clase de defensa de las mujeres puede hacer quien no condena la muerte de una niña a manos de su madre, quien aprueba que se pueda mutilar el cuerpo de una niña con disforia» o «quien permite que un varón pueda competir en la categoría femenina».

«Ningún hombre, para violar a una mujer, necesita hacerse pasar por mujer», respondió Irene Montero. «No nos ponen en riesgo las personas trans sino la desigualdad salarial, la sobrecarga de los cuidados y los agresores machistas», enfatizó la ministra de Igualdad.

Montero reprocho a Vox su «discurso negacionista» con el que «se convierten en cómplices» de la violencia machista, y su «discurso lgtbifóbico» con el que «normalizan y legitiman que un desalmado mate a un joven al grito de maricón».

Para la ministra, los «discursos de odio» de Vox «golpean el corazón de la democracia, de la fraternidad y de la convivencia». «Sus discursos de odio hacen sufrir a la gente, que tiene miedo de salir del armario por si se encuentra con uno de ustedes y le pegan una paliza al grito de maricón», ha añadido.

«Sólo quieren que nos odiemos, que odiemos a las personas trans, a las personas migrantes, al vecino en desempleo, a los jóvenes que luchan contra el cambio climático», denunció Montero, que deseó que Vox vuelva al «rincón de la historia del que nunca debería haber salido».

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se hizo ayer de los últimos «crímenes» de violencia vicaria y de género y pidió dejarlos fuera del «combate político». Feijóo ha recogido en Twitter la información sobre la niña Olivia que provocó el ‘rifirrafe’ en el Congreso entre la titular de Igualdad y Vox, el hombre de 41 años detenido como presunto autor del homicidio de su mujer, de 30 años, en Valencia de Alcántara (Cáceres), al asesinato de una mujer de 27 años en Alcoy (Alicante) a manos presuntamente de su pareja en la casa que compartían y que la convierte en la víctima mortal 1.165 por violencia machista en España y el caso de la joven asesinada en Bruselas en el que el acusado es un guardia civil en prácticas que se desplazó desde Valladolid.

«Que nadie dude de que no daremos ni un paso atrás en la lucha contra todos los tipos de violencia», manifestó el jefe de la oposición en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, igualando los crímenes machistas con la violencia entre miembros de una familia.