La Junta impulsa con 590.000 euros once proyectos innovadores en seis clústers
El plan beneficiará el desarrollo de la inovación de 22 empresas y movilizará una inversión privada de un millón
La Consejería de Economía y Hacienda aprobó ayudas por 586.991 euros a 11 proyectos que impulsan la actividad en procesos de innovación de 22 empresas integradas en seis clústeres, que movilizará una inversión privada de casi un millón de euros. Estas ayudas, cofinanciadas por los Fondos Feder, son «relevantes» para la ejecución de la Estrategia de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente (RIS3) de Castilla y León 2021-2027 y para lograr los objetivos de I+D+i, según un comunicado del Gobierno autonómico.
Se trata de 11 proyectos de Agrupaciones Empresariales Innovadoras (AAEEII) o clústeres, a través de la convocatoria de subvenciones 2023 cofinanciada con Fondos Feder, con el objetivo de desarrollar y mejorar las capacidades de investigación e innovación del tejido empresarial.
Estas subvenciones a los clústeres de la Comunidad, para la ejecución de proyectos cooperativos innovadores en régimen de concurrencia competitiva, refuerzan el ecosistema innovador de Castilla y León y permiten impulsar la competitividad del tejido empresarial. Asimismo, son importantes para avanzar en la ejecución de la Estrategia de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente (RIS3) de Castilla y León 2021-2027 y para lograr los objetivos de I+D+i.
En total, se han aprobado once proyectos que van a desarrollar cinco proyectos individuales y seis cooperativos. En estos últimos, además del clúster que coordina el proyecto, participan directamente y son beneficiaros un total de 22 empresas y otras entidades pertenecientes a los mismos. Las actuaciones apoyadas se desarrollan en distintos sectores de actividad económica de la Comunidad. Así, en materia de digitalización y tecnologías de la información y la comunicación se van a realizar distintas actuaciones, entre las que se encuentra el proyecto liderado por Vitartis que tiene como objetivo desarrollar soluciones para la digitalización de los procesos de agua en la industria alimentaria.
También se pone en marcha el proyecto liderado por CBECyl (Clúster de bienes de equipo de Castilla y León) enfocado en ayudar a las empresas a ser más eficientes en el control del estado de su maquinaria, a través de una investigación experimental de algoritmos de inteligencia artificial para la detección de anomalías en tiempo real. Y la iniciativa de la AEI ciberseguridad y tecnologías avanzadas, con un proyecto de demostradores de soluciones, servicios o procesos de ciberseguridad dirigido al sector asistencial-sanitario.
Así como la plataforma colaborativa de servicios que va a desarrollar Custer4eye (Asociación clúster de oftalmología y ciencias de la visión) en relación con la aplicación de los nuevos requisitos establecidos en el Reglamento UE de Productos Sanitarios (MDR) y los servicios que va a prestar de apoyo a las empresas del sector para poder cumplir con los nuevos requisitos.
Energía y sostenibilidad
Cylsolar (clúster de energías renovables y soluciones energéticas en Castilla y León) va a desarrollar un proyecto para investigar el potencial de reciclado y reutilización de las instalaciones solares fotovoltaicas con objeto de desarrollar nuevos modelos de servicios que permitan aprovechar y dar una segunda vida a las instalaciones solares obsoletas y a sus componentes.
Vitartis va a iniciar un proyecto para generar y definir proyectos colaborativos innovadores enfocados a la sostenibilidad y la eficiencia energéticas y al ahorro de costes de la energía en las empresas del sector agroalimentario de la Comunidad.
AEICE (Clúster de hábitat eficiente) va a llevar a cabo un proyecto con el objetivo de identificar elementos patrimoniales singulares, que se encuentran dispersos en el territorio de la Comunidad de Castilla y León, con necesidades energéticas específicas y difíciles de cubrir con sistemas convencionales, investigando, dentro de la amplia carta de sistemas y fuentes de alimentación energética sostenible, los más adecuados para esos entornos, con respeto estricto a la conservación de esos bienes del patrimonio cultural.