Los índices máximos de envejecimiento están en la montaña de León
En el detalle de la estructura demográfica de las distintas categorías de poblamiento se aprecia una similitud con la regional en las capitales provinciales, en las ciudades y en los centros de primer orden. En las zonas periurbanas y aquellas otras de influencia urbana, la disimetría con la estructura regional «es evidente», con un corte bien marcado por encima y por debajo de los 50-60 años.
En este sentido, hay menos personas en las edades más avanzadas, sobre todo mujeres, mientras sucede todo lo contrario por debajo, donde se encuentra una «población madura y en edad de trabajar asentada en las proximidades de los centros urbanos al albur de una vivienda más asequible y los hijos e hijas de esos grupos etarios, que expanden la pirámide entre los cinco y los 20 años».
El envejecimiento en los centros de segundo y tercer orden, 2,31 y 3,13, respectivamente, es mayor que en el conjunto de Castilla y León (2,14), tanto por una base con menos niños como por la abultada presencia de personas mayores.
El informe ofrece una mirada al comportamiento a escala municipal del envejecimiento, que señala los índices máximos en el oeste de la Comunidad, en especial en la raya con Portugal, con un continuo de máximos por encima de 5 desde la zona de Ciudad Rodrigo hasta la montaña occidental de León, solo interrumpido por algunos municipios de El Bierzo.
Estos índices salpican el mapa regional con pequeñas islas en torno a las capitales provinciales y a las ciudades. Solo en las proximidades de Valladolid y Segovia el área de menor envejecimiento se expande algo más, como sucede en la zona sur de la provincia de Ávila y en las Merindades burgalesas, por el influjo de Madrid y el País Vasco.