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Los incendios forestales caen un 88% en una campaña «excepcional»

Suárez-Quiñones presenta en las Cortes el balance de una campaña «excelente y excepcional»

Incendio de 2022 en Puente Domingo Flórez. ANA F. BARREDO

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León

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La superficie arbolada calcinada cayó más del 88 % este año en Castilla y León, con 795 hectáreas quemadas, en un año que resultó «excelente y excepcional» en la Comunidad en esta materia, al contrario que en los ejercicios precedentes, donde predominaron los grandes incendios forestales (GIF), aquellos que superan las 500 hectáreas, y que en 2023 brillaron por su ausencia.

Así lo resaltó el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante su intervención, a petición propia y del Grupo Socialista, en la Comisión del ramo, para hacer balance de la época de riesgo alto, que concluyó el 17 de octubre, si bien aclaró que esta aún no termina hasta el 31 de diciembre.

El consejero expuso que se han contabilizado unos «números muy favorables», con 923 incendios, frente a una media de 1.400 en el último decenio (un 34 por ciento menos), entre los que hay fuegos con actuación en otras autonomías, con una superficie forestal afectada de 3.700 hectáreas, frente a una media de en torno a 20.000. Esto se debe, manifestó, a las lluvias, a la responsabilidad de la población y a la eficacia del operativo.

El consejero señaló que se han registrado 923 incendios frente a los 1.400 de media. NACHO GALLEGO

A pesar de que los primeros meses del año el número de siniestros superaba la media de los mismos meses del decenio, a partir de junio, gracias precisamente a esas lluvias, se revirtió la tendencia, manteniéndose así en los meses sucesivos, muy por debajo de los habitual en los meses de junio a octubre, según explicó. A su vez, las lluvias tempranas de septiembre (la precipitación acumulada de septiembre supera el promedio mensual en un 106%) han propiciado que la vegetación no haya llegado a niveles de estrés hídrico muy elevados, con la consiguiente disminución en cuanto a la aparición de igniciones y su propagación. Sin embargo, continuó, fue el tercer verano más cálido desde 1913.

Sin grandes incendios
El consejro lo atribuyó a las lluvias, a la responsabilidad de la población y a la eficacia del operativo

La «buena noticia», calificó Suárez-Quiñones, se une a los conatos, aquellos incendios que se quedan en solo una hectárea o menos, dada la «actuación rápida del operativo». Así, este tipo de fuegos supuso el 82%, 14 puntos menos que la media del decenio, lo que constata «números relevantes», en una Comunidad «montañosa, extensa y con grandes distancias de unos puntos a otros», en una campaña en que se puso en marcha el nuevo operativo de extinción y prevención de incendios forestales, nacido de la reforma de los acuerdos del Diálogo Social.