El número de jóvenes ‘sisis’ supera al de ‘ninis’ en CyL
La parcialidad involuntaria es uno de los principales problemas para ellos
El número de jóvenes ‘sisis’ entre 16 y 29 años, que estudian y trabajan, supera al de ‘ninis’ en Castilla y León. En concreto, 38.700 frente a 36.100, por lo que hay 2.600 más que compatibilizan su formación con un empleo. De esta manera, el 12,9 por ciento de las 300.000 personas de esta edad en la Comunidad está ocupado y, a la vez, cursa unos estudios, ya sean reglados o no oficiales. Un porcentaje que es 1,5 puntos menos que la media nacional. En el caso de los ‘ninis’, la tasa baja hasta el doce por ciento, siete décimas menos que en España.
A pesar de que la Encuesta de Población Activa (EPA), con los últimos datos del cuarto trimestre de 2023, recoge que hay más ‘sisis’ que ‘ninis’ en Castilla y León, la realidad es que el porcentaje de la población joven que ni estudia ni trabaja ha aumentado medio punto en el último año mientras que se mantiene igual en el conjunto del país. Después de que en los dos últimos años (2022 y 2021), el porcentaje de ‘ninis’ lograra los mejores registros desde 2010, la tasa repunta ahora. Hasta el punto que la diferencia de 1,7 puntos entre la Comunidad y España el año pasado se ha quedado en menos de la mitad. En todo caso, el porcentaje está lejos del 18,5 por ciento y del 18 por ciento registrados en los años 2011 y 2012, respectivamente. Castilla y León siempre ha registrado, en la serie histórica, mejores cifras que en la media nacional, con máximos por encima del 23,3 por ciento en 2012 y el 21,8 por ciento en 2013. En cuanto a los ‘sisis’, el porcentaje en la Comunidad ha bajado 1,1 puntos en el último año mientras que en España aumentó un punto.
La EPA, consultada por la Agencia Ical, señala que Castilla y León tiene el séptimo porcentaje más alto de menores de 29 que ni estudian ni trabajan. Una clasificación que lidera Baleares (18,9 por ciento), seguido de Murcia (16,6), Andalucía (16,4), Canarias (16,1), Asturias (13,1) y Cataluña (12,1 por ciento). En el lado opuesto, se encuentran las regiones más ricas como País Vasco y Navarra, con un 7,3 y 7,4 por ciento, respectivamente, junto a Aragón (8,9), Cantabria (9,3) y Galicia (diez por ciento).
La estadística de los jóvenes ‘sisis’ de la Comunidad también está en el séptimo puesto de un total de 13 regiones analizadas en la encuesta del INE con mayor porcentaje, hasta el 12,9 por ciento. Está por detrás de Aragón (18 por ciento), Valencia (17,7), Cataluña (17,5), Madrid (16,3), Galicia (14,3) y País Vasco (13,5 por ciento). Las menores tasas de jóvenes que estudian y trabajan están en Castilla-La Mancha (10,7 por ciento), Extremadura (11) y Baleares (11,2 por ciento).
A la vista de estos datos, está claro que uno de los grandes retos en el mercado laboral es la incorporación de la gente joven, sobre todo los denominados ‘ninis’. Una definición que no es del agrado del Consejo de la Juventud de España (CJE) que considera el término «peyorativo» y «erróneo». No en vano, denuncia que ahí se incluyen los que no estudian ni trabajan, aunque sea por causas ajenas a ellos, los jóvenes con alguna incapacidad para trabajar o los que se dedican a los cuidados familiares en el hogar.
La presidenta autonómica de CJE, Sandra Ámez, lucha por romper con esa «etiqueta» tras destacar que los jóvenes de Castilla y León son uno de los mejores formados respecto a otras comunidades y asegurar que los datos que maneja el Consejo es que el 35,7 por ciento de los jóvenes trabaja y estudia a la vez. Incluso, aboga por adoptar el término ‘nonos’ por que la sociedad no les da la oportunidad para trabajar y así poder emanciparse y crear un proyecto de vida.
El último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud recogió que Castilla y León registró en el primer semestre de 2023 la quinta tasa más baja de emancipación juvenil de España, con el 14,7 por ciento, que supone 1,6 puntos menos que la media nacional. También, destacó que el 30 por ciento de las personas jóvenes se encontraba en riesgo de pobreza o exclusión social.
Ámez enumeró algunos de los problemas con los que se encuentran los jóvenes como la parcialidad involuntaria.