Pollán: «CyL no se resignará jamás a que su lealtad sea penalizada y la traición premiada»
El presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, afirmó hoy que esta Comunidad no se resigna ni se resignará «jamás» a que su «lealtad sea penalizada» y «la traición sea premiada, y censuró que «dura ya demasiado el chantaje de una minoría ruidosa y llena de furia frente al resto de la nación», así como a quienes esgrimen derechos históricos para elevar a rango de ley la desigualdad y el privilegio.
Aunque como leonés, se detuvo en la celebración de las primeras Cortes de la historia de Europa, en León, en 1188, para afirmar que «sembraron una semilla que, a lo largo de los siglos, ha dado fruto abundantísimo, para bien del mundo entero». «Hablo de la noción política según la cual nadie es más que nadie», sostuvo.
Pollán lanzó un mensaje de defensa de la Comunidad y rechazó acudir a «derechos adquiridos» para reivindicar su contribución y papel en la historia de España.
«La obviedad de que, en política, los consensos, por deseables que sean, no son una condición necesaria para la aprobación de las normas y la posterior acción de gobierno», inició su intervención, en la que alertó de ser «vigilante frente a los peligros del totalitarismo y de la arbitrariedad, vengan de donde vengan».
Según Pollán, «para conjurar dicha tentación no se conoce mejor remedio que la ley», aunque añadió que ésta «no basta si no va acompañada del debido respeto por su acatamiento y, a falta de este, de la decidida voluntad para hacerla cumplir».
«La ley ha de ser dotada de los suficientes mecanismos de salvaguarda frente a aquellos que buscan traicionar su espíritu y retorcer su letra», indicó. «Su intención no es nada recta. Consiste en alejar la ley del bien común y acercarla a intereses particulares», apostillós. Tras considerar que «dura ya demasiado el chantaje de una minoría ruidosa y llena de furia frente al resto de la nación, siempre con su ristra inacabable de agravios comparativos», alertó de que «Castilla y León jamás se sumará a esa carrera victimista cuya única meta posible es la frustración sin remedio». «En esta tierra se estila el juego limpio», defendió.
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