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Mañueco y Ribera coinciden en que las zonas productoras de energía tengan recompensa

El presidente de la Junta pide a la ministra un «impulso» a los compromisos hidráulicos del Gobierno, como el Porma IV

Teresa Ribera junto a Alfonso Fernández Mañueco y Juan Carlos Suárez Quiñones. JAVIER LIZÓN

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ICAL
Madrid

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El El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, coincidieron ayer en que la producción de energía eléctrica redunde en beneficio de la comunidad local y reduzca su gastos corrientes, una petición que partió del jefe del Ejecutivo autonómico, dado que Castilla y León exporta el 55 por ciento de la energía que produce.

Mañueco trasladó que la Junta «trabaja con la convicción de que la energía no puede pasar de largo por nuestra tierra y tiene que ser una oportunidad para generar empleo y riqueza en el territorio». Y puso como ejemplo dos casos, el de Numantia Saf, que invertirá 780 millones de euros para crear la primera planta de combustible renovable para la aviación en Soria; y el de Villadangos del Páramo (León), cuyo propósito es que sea «el primer polígono industrial verde de España y Europa». «Nuestra apuesta es por instalar aquellas empresas que se dedican a la fabricación de componentes de renovables y que la energía que se produce sirva para el consumo y autoconsumo de proximidad», incidió.

La vicepresidenta destacó que una de las peticiones de Mañueco es dedicar parte de esos recursos sobrantes en las zonas productoras a las demandas industriales que «cuentan con madurez y atractivo» y facilitar «la evacuación para beneficiar a las comunidades locales».

Política del agua

El agua fue la tercera de las patas del encuentro, junto con la despoblación y la energía. En este punto, Mañueco insistió a la vicepresidenta sobre una gestión integral y compartida del agua y apostó por «reforzar las infraestructuras hidráulicas». Al respecto, exigió una mayor capacidad de regulación en la cuenca del Duero e impulsar algunas obras «con varios lustros de retraso», como son, entre otros, según mencionó, las presas de Castrovido (Burgos), Río Mayor (Soria) y Ciguiñuela (Segovia), así como el recrecimiento de Santa Teresa, en Salamanca, y la central hidroeléctrica de Irueña, que «será una realidad», según anunció públicamente Ribera.

También demandó el «impulso» del regadío en Las Cuezas, Canal de San José, de Pisuerga, Campillo de Buitrago, el sector IV del Porma, Villamoronta, Carrión, Saldaña, etc, pendientes por tramitaciones ambientales del Ministerio.

Mañueco recordó también que la Junta realiza «un esfuerzo importante» en la depuración de aguas de pequeños y medianos municipios y solicitó a la ministra un «impulso» a aquellos compromisos que asumió el Gobierno de España hace varios años, con una decena de obras que el Estado consideró de «interés general». «La voluntad de la vicepresidenta es impulsarlo cuanto antes», dijo. Se trata de las estaciones depuradoras de Aldeamayor de San Martín, Ayllón, Fermoselle, San Cristóbal de Entrevías, Villanueva de Duero, Villanueva de Yeltes, Astudillo, Quintanar de la Sierra, Morales del Vino, Monfarracinos, Villaralbo, Palacios de la Sierra, Castrovido, Hacinas, Castrillo de la Reina, Vilvestre de Pinar, Canicosa de la Sierra y el Espacio Natural de los Arribes del Duero.

Por su parte, Ribera consideró que el agua «es determinante y concita una de las grandes oportunidades del país» y añadió que el debate está sobre la mesa «en torno a calidad y cantidad, infraestructuras, eficiencia en el consumo de agua y los usos agrarios u otros tipos en sectores productivos». Durante el encuentro se repasaron algunas de estas actuaciones en ejecución, pero ambas administraciones se emplazaron «a seguir hablando» en el marco de una planificación iniciada el año pasado y de otra de carácter eléctrico.