La Junta invierte 390.000 € en el programa de educación inclusiva
El plazo de ejecución abarca desde 1 de septiembre de 2023 hasta 16 de septiembre de 2024
El Consejo de Gobierno acordó ayer destinar una subvención de 387.575 euros para 40 centros concertados de la Comunidad, en el marco del Programa de Educación Inclusiva. La Consejería de Educación continúa con el desarrollo de un programa de prevención e intervención en las aulas de segundo ciclo de Educación Infantil.
Como señalan desde la Junta, el Programa de Educación Inclusiva busca optimizar la organización de recursos especializados que atiendan a la diversidad del alumnado, impulsar la detección e intervención precoces y potenciar el papel central de las familias en las etapas iniciales del proceso educativo. En este sentido, la detección temprana supone conocer desde el primer momento de escolarización los problemas, dificultades y las barreras a las que se enfrentan los alumnos, para poder darles respuesta en un momento de su desarrollo en el que el cerebro aún está formando su red neuronal y, por lo tanto, es mucho más susceptible de transformación, conduciendo a la superación de los problemas o dificultades.
La Consejería de Educación está llevando a cabo un programa de prevención o intervención que se desarrolla en las aulas de segundo ciclo de Educación Infantil. Para ello, dentro de este Programa de Educación Inclusiva, financiado por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, la Junta destinará 387.575 euros a 40 centros concertados de la Comunidad. Hay que tener en cuenta, que ya se habían destinado cerca de 1,04 millones de euros para implementar las actuaciones de este programa en los centros públicos de la Comunidad.
La Consejería de Educación, mediante un proceso coordinado con las direcciones provinciales, ha seleccionado aquellos centros sostenidos con fondos públicos que tienen escolarizados a una mayor proporción de Alumnado con Necesidades Educativas Especiales en Educación Infantil y Primaria.
En estos centros, se realizarán actuaciones que incluirán contenidos como la cognición (atención, memoria, razonamiento lógico o juego simbólico), el lenguaje oral (respiración y soplo, discriminación auditiva o conciencia fonológica), la psicomotricidad (imagen corporal, equilibrio, coordinación, lateralidad, control postural, control de desplazamiento, movimiento o habilidades y destreza motoras) o las emociones (habilidades de vida y bienestar, conciencia emocional, habilidades emocionales, autonomía y regulación emocional), encaminadas a prevenir la aparición de dificultades en los aprendizajes básicos, incorporar el enfoque preventivo en la programación de Infantil o detectar dificultades de aprendizaje en este alumnado.
El plazo de ejecución abarca desde 1 de septiembre de 2023 hasta 16 de septiembre del 2024 y podrán ser subvencionables gastos como la contratación de servicios educativos que cuenten con expertos en Audición y Lenguaje y Pedagogía Terapéutica, materiales y gastos corrientes necesarios para implementar el programa.
Destino de la inversión
Las familias piden frenar la conversión de centros de educación especial en espacios asistenciales
La Asociación de Ayuda a la Dependencia y Enfermedades Raras de Castilla y León y las Asociaciones de Madres y Padres de los Centros de Educación Especial de la Comunidad reivindicaron ayer en Valladolid su derecho a elegir la modalidad de educación especial para sus hijos, con las prestaciones que brinda actualmente. En ese sentido, pidieron que el Gobierno frene la «transformación» que se ha emprendido para cumplir con la Agenda 2030, según la cual se convertirán en «centros asistenciales y de recursos, eliminando su carácter educativo».
Esmeralda Tejero, en representación de las familias afectadas explicó que la Lomloe deja abierta la posibilidad de escolarizar en CEE al alumnado que no pueda ser atendido en los centros ordinarios, si bien aclaró que, por el momento, no se han hecho público los baremos o criterios que determinarán qué alumnos podrán acceder a esos centros de atención especializada, y subrayó el temor existente a que la educación especial pase a ser «algo residual». También intervino en la atención a medios otra madre afectada, Inés Juan Rodrigo, que aclaró que el porcentaje de alumnos escolarizados en centros de educación especial se sitúa en el 17 por ciento del total de dependientes, mientras que el resto se encuentra ya integrado en centros ordinarios, «en algunos casos con éxito y en otros casos con muchos problemas». En ese sentido, explicó que «muchos alumnos llegan a los CEE destrozados anímicamente tras su paso previo por los colegios ordinarios». Además, denunció que «de forma silenciosa», la tónica general desde hace unos años es ir derivando a los alumnos con necesidades especiales a centros ordinarios. «En el caso de mi hijo, que sufre una enfermedad rara, nos dijeron que luego ya se vería los recursos que necesitaba y si los podrían habilitar», lamentó antes de reclamar el «derecho» a atender a su hijo y a elegir para él el centro que considere que cubre de mejor manera sus necesidades