Las incógnitas del nuevo mapa político en Castilla y León: ¿Municipios? ¿Cortes? ¿Leyes?

La ruptura precipitada de los acuerdos autonómicos entre PP y Vox ha abocado a la Comunidad, que fue la primera en experimentar esta coalición, a un nuevo Gobierno en minoría que deberá afrontar varias incertidumbres: ¿Qué pasara en los Ayuntamientos? ¿En las Cortes? ¿Qué leyes se aprobarán?

El nuevo periodo político que se abre en la Comunidad estrenará el que será el cuarto gobierno en minoría en la historia de Castilla y León, después de que Alianza Popular lo hiciera entre 1987 y 1991 y los expresidentes populares Juan José Lucas y Juan Vicente Herrera lo tuvieran que emular entre 1999-2003 y 2003-2007, respectivamente.

Con una nueva convocatoria electoral fuera del calendario más próximo, como así lo ha confirmado hoy el propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, Castilla y León tendrá que afrontar los dos años que restan de legislatura con un gobierno en minoría y que, por el momento, ya tienes sus presupuestos aprobados para este 2024, lo que dota de más tranquilidad al Ejecutivo.

Qué pasará en los Ayuntamientos

La decisión del Comité Ejecutivo Nacional de Vox de romper con todos los gobiernos autonómicos logró sortear las ententes que el PP y los de Abascal mantienen en 135 municipios de la Comunidad, con los Ayuntamientos de Valladolid y de Burgos como principales plazas, pero, a pesar de que hoy sus representantes hayan puesto tierra de por medio con la ruptura, estos gobiernos no tienen su futuro cien por cien asegurado.

Y más después de que el presidente y líder de Vox haya advertido este viernes de que también romperán los acuerdos municipales en el caso de que los Ayuntamientos donde gobiernan "colaboran activamente" con el reparto de menores migrantes.

Presidencia de las Cortes

Otra de las incógnitas que plantea el nuevo equilibrio de fuerzas políticas en Castilla y León es qué pasara con la Presidencia del Parlamento autonómico, en manos Vox dentro del acuerdo de ambas formaciones para la investidura del presidente Mañueco.

Y es ese matiz, el de que fue un acuerdo para la investidura de Mañueco y no formó parte del pacto de legislatura que posteriormente sellaron ambas formaciones, a lo que se aferra Vox para seguir presidiendo una Cámara en la que ostenta 13 de los 81 parlamentarios (16 %) y dos de los seis representes de la Mesa de las Cortes, el órgano de funcionamiento interno de la Cámara.

De hecho, en sus ruedas de prensa de este viernes, mientras que el ya exvicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo (Vox), recalcaba que ese acuerdo para presidir las Cortes no se incluía dentro del pacto de Gobierno de PP-Vox; el presidente de la Junta reconocía que la decisión de seguir o no como presidente del Parlamento solo compete a su titular, Carlos Pollán.

Y, hasta el momento, el presidente de las Cortes ha declinado pronunciarse sobre su futuro y la crisis de gobierno abierta entre su formación y el PP.

Las proposiciones de leyes conjuntas

Son varias las proposiciones de ley que PP y Vox han registrado de forma conjunta en las Cortes de Castilla y León y que, tras la ruptura del pacto, se desconoce si saldrán adelante o alguno de sus proponentes acabará retirando el texto.

El blindaje de los servicios sociales, la ley para dotar a las plazas de difícil cobertura sanitaria con mayores incentivos, la reforma del Servicio Público de Empleo o, la más polémica, la proposición de ley de Concordia son algunas de estas iniciativas legales que PP y Vox tienen registradas de forma conjunta.

¿Será aprobada entonces la Ley de Concordia de Castilla y León? si se atiende a la respuesta dada este viernes a esta pregunta por el presidente de la Junta todo parece indicar que no.

"El pacto lo ha roto Vox y mi compromiso es el del debate de investidura y el del discurso realizado en los debates del estado de la Comunidad", ha argumentado el presidente de la Junta, que ha deslizado así que su formación no apoyará el texto sobre la Ley de Concordia acordado con sus exsocios ya que en esos discursos no llegó ni a mencionar la pretendida ley.

Mientras que por parte de Vox, García-Gallardo ha confiado en que el PP mantenga su apoyo al texto, pues es "bueno tanto para el PP, como para Vox y el conjunto de los ciudadanos", por lo que para él "no tendía sentido" que el PP ahora no lo defendiera y antes sí.