Fallece un hombre de un infarto durante el incendio de Zamora al abandonar su casa
Fueron realojadas en Alcañices 143 personas en el polideportivo, el albergue y la residencia de mayores
Un hombre de unos 65 años falleció ayer al sufrir un infarto durante el desalojo de Sejas de Aliste (Zamora) por el incendio originado en Trabazos, que ha afectado a más de 200 hectáreas, la mayor parte, de arbolado, y que provocó el cierre de la carretera nacional 122. «Durante ese desalojo, ese hombre, que padecía una serie de patologías, sufrió una parada cardíaca y, a pesar de los intentos de reanimación, no fue posible hacer nada», explicó el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Fernando Prada.
En total, fueron realojadas en Alcañices 143 personas en el pabellón polideportivo de Alcañices, el albergue, la residencia de mayores y en varios establecimientos de la zona, de las más de 200 evacuadas de Sejas de Aliste, localidad del municipio de Rábano de Aliste. La mayoría dejaron el pueblo por sus propios medios, en coches particulares, y una decena utilizó el autobús habilitado por la Administración autonómica. El fuego se inició a las 17.10 horas, fue declarado nivel 1 a las 18.20 horas y de nivel 2, a las 19.05, al provocar el cierre de la carretera nacional 122, «que se reabrió a las 2.30 horas de la madrugada», según confirmó Fernando Prada.
Al cierre de la edición, el incendio se encuentraba «prácticamente estabilizado» tras calcinar entre 270 y 280 hectáreas desde su inicio, si bien se mantiene en nivel 2 de peligrosidad hasta poder «controlar las reproducciones» que se están registrando.
Así lo ha explicado este domingo, desde el Puesto de Mando Avanzado, el jefe del servicio territorial de Medio Ambiente de la Junta, Manuel Moreno.
El responsable del servicio de Medio Ambiente ha asegurado que el incendio se encuentra «prácticamente estabilizado» y que, en estos momentos, «se están haciendo labores de remate, fundamentalmente con maquinaria pesada», aunque también con herramienta manual en las zonas de difícil acceso.
Unas 150 personas y una treintena de medios, incluidos seis aéreos, están trabajando para controlar el fuego, todo ello con «relevos progresivos», tal y como ha detallado Moreno, quien ha destacado que las previsiones son «favorables» puesto que «la meteorología es mejor que ayer», si bien aún hay puntos con «reproducciones que tienen riesgo».
No obstante, de mantenerse las perspectivas, el incendio podría bajar a nivel 1 de peligrosidad a «última hora de la tarde», si bien es algo que se tendrá que valorar en las próximas horas en función de la situación, a la que afecta el viento.
Al respecto, Moreno ha precisado que la previsión es que sople entre 10 y 15 kilómetros por hora, con rachas máximas de 30, cuando el sábado se alcanzaron vientos de hasta 60 kilómetros por hora. «Fue un incendio conducido por el viento», ha admitido en este sentido, para advertir de que en la jornada del sábado hubo momentos en los que el fuego estuvo «fuera de la capacidad de extinción». «Al final cuando las condiciones meteorológicas nos echaron una mano, después de ir avanzando de cola a cabeza, ya logramos atajarla», ha relatado, subrayando la importancia del viento, que pese a que es más favorable este domingo también se prevé «cambiante», por lo que es un riesgo aún a tener en cuenta. «El riesgo cero no existe», ha avisado.
En cuanto a las causas del incendio, ha incidido en que en estos instantes están siendo investigadas por agentes medioambientales y personal del Seprona, si bien ha reconocido que resulta «plausible» y «podría encajar» que haya sido un fuego intencionado. Por su parte, el delegado territorial de la Junta ha recalcado en lo «peligroso» y «complicado» que ha sido el incendio que se originó el sábado sobre las 17.00 horas, tras lo que alcanzó ya el nivel 2 de peligrosidad sobre las 19.00 horas al provocar el corte de la N-122 y la carretera local 2443, así como poner en alerta a la población de Sejas de Aliste, que tuvo que ser desalojada. Medio centenar de medios aéreos y terrestre continúan trabajando para controlar el incendio, para cuya extinción también colaboran la Unidad Militar de Emergencias (UME), que ha desplegado unos 96 militares y 44 medios.