La bajada de ratios de alumnos por grupo apenas se nota aún y están por encima de la media de los cursos de la pandemia
La Comunidad está, en términos generales, entre tres y cinco puntos mejor que la media nacional, sobre todo en los centros públicos
La bajada gradual de ratios de alumnos por grupo en los centros educativos de Castilla y León, iniciada por la Consejería de Educación en el curso 2022-2023, apenas se nota aún y el número medio de estudiantes por unidad está por encima del número medio de alumnos registrados en los cursos de la pandemia del COVID. En todo caso, la Comunidad está, en términos generales, entre tres y cinco puntos mejor que la media nacional, sobre todo en los centros públicos.
Todas las etapas educativas, salvo el segundo ciclo de Infantil (de 3 a 6 años), con 16,6 frente a 16,8, tuvieron el curso pasado un número medio de alumnos por clase mayor que en el curso 2020-2021, marcado por el COVID, cuando las aulas se desdoblaron para garantizar la presencialidad y la seguridad de los alumnos y los profesores. En Primaria, se ha pasado de los 17 estudiantes por clase hace tres años a los 17,7 del pasado mientras que en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) ha aumentado dos puntos, de 21,1 del curso de pandemia a los 23,1 del pasado. En Bachillerato, la cifra es muy similar, con solo dos décimas más, hasta los 20,3 alumnos.
Los datos del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, consultados por la Agencia Ical, muestran que los centros de Castilla y León, donde hay un peso importante de la escuela rural, tienen menos alumnado por clases. En el primer ciclo Infantil, hay 11,6 alumnos por aula en la Comunidad frente a los 12,3 en España. Lo mismo ocurre en el segundo ciclo, 16,6 frente a 18,5. En Primaria, esa diferencia aumenta al situarse el curso pasado en Castilla y León en 17,7 estudiantes por clase frente a los 20,9 en el total de las autonomías. La distancia se reduce en la ESO a 1,4 alumnos, con 23,1 en la región. En Bachillerato, la horquilla aumenta hasta los cinco puntos, al existir el curso pasado una media de 20,3 estudiantes por clase en Castilla y León mientras que alcanzó los 25,3 en el país.
Por titularidad del centro, los colegios e institutos públicos de la Comunidad tienen, por norma general, aulas con menos alumnos. Un claro ejemplo son los 16 contabilizados en Primaria frente a los 22,6 en los concertados. Es decir, casi siete estudiantes más por clase. La diferencia en Secundaria baja a los 3,4, con 22 alumnos en los públicos y 25,4 en los concertados pero vuelve a dispararse en Bachillerato, donde los hay casi 6 estudiantes de diferencia (19 de media en los institutos públicos y 24,8 en los centros concertados).
La bajada de ratios de alumnos por grupo en Castilla y León, aplicada por la Consejería de Educación, se lleva a cabo de forma gradual. No en vano, se inició el curso 2022-2023 en el primer curso de cada etapa y se extenderá progresivamente a otros. Así, en el curso pasado le tocó el turno al segundo curso, por lo que se beneficiaron los primeros y segundos de Educación Infantil y Primaria, con entre 22 y 25 alumnos por grupo; en los primeros y segundos de ESO, con entre 27 y 30 alumnos por clase y grupo y en los dos cursos de Bachillerato, con entre 32 y 35 alumnos.
Al comparar los dos últimos cursos, se observa que el alumnado por unidad ha bajado más en Primaria, en concreto 1,5 estudiantes, hasta los 17,7, mientras que se mantiene igual en la etapa de la ESO, con 23,1 por aula frente a los 21,3 y 21,1 que hubo en los años 2021 y 2022, respectivamente. En el segundo ciclo de Infantil (de 3 a 6 años) es apenas perceptible, al pasar de los 16,9 del curso 2022-2023 a los 16,6 alumnos del pasado. Unas cifras que son, prácticamente, iguales que los años de la pandemia.
Los menores números medios de alumno por aula en Castilla y León aparecen en los ciclos de Formación Profesional (FP) de Grado Básico, con 11,6 y aumentan hasta los casi 17 en el Medio y Superior.
La consejera de Educación, Rocío Lucas, aseguró en julio que se trata de una bajada de ratios que se realiza con carácter general, al número inferior de la horquilla. Con motivo de su comparecencia en las Cortes para analizar el grado de cumplimiento de los objetivos de su departamento a mitad de la legislatura, reiteró que que los docentes de la Comunidad son el pilar fundamental del sistema educativo.
De ahí que destacara el compromiso de la Junta de Castilla y León con la mejora de sus condiciones laborales se materializó con la firma de un acuerdo en de enero de 2022, que permitió la bajada de la ratio de alumnos, el aumento de plantillas y la reducción del horario lectivo de los docentes. Todo ello para redundar en una mejora de la calidad de la educación, pese a que Lucas reconoció que ha supuesto el reto “más importante” de los dos últimos cursos académicos en materia de recursos humanos.