Los hombres están detrás del 92% de los delitos contra la seguridad vial
La provincia de León es la que más infracciones registra de toda la Comunidad, con 413 investigados
Los hombres están detrás del 92 por ciento de los delitos contra la seguridad vial que se cometen en Castilla y León. El pasado año, la Guardia Civil detuvo o investigó a 2.117 conductores en la Comunidad, de los que solo 170, el 8 por ciento, fueron mujeres. Este porcentaje es inferior a la media nacional que se situó en el 10,5 por ciento, dado que de los 24.949 delitos, 2.619 fueron cometidos por féminas.
Estas cifras están en consonancia con la tasa de mortalidad en accidentes de tráfico, que es tres veces superior en hombres que en mujeres. Los hombres no solo tienen más accidentes, sino que son los más graves. El número de muertos por ocupante es el doble en accidentes con conductores varones respecto a mujeres. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), de las 1.145 personas que fallecieron en las carreteras durante 2023, los varones concentraron nada menos que el 79 por ciento de las víctimas mortales, es decir, 905 individuos.
Además, según datos del Ministerio del Interior a los que ha tenido acceso Ical, el porcentaje de varones que cometen delitos de tráfico frente a las mujeres ha ido creciendo progresivamente en los últimos cuatro año, dado que en 2020 representó un punto menos. El número total detenidos en la carreteras de Castilla y León se mantiene estable y ya ha superado los niveles prepandemia. Si en 2019 fueron 2.072 los conductores investigados en la Comunidad, el pasado año fueron 2.117, por los 2.183 de 2022. A excepción del año de Covid, cuando la cifra bajó hasta los 1.535, en la última década se ha mantenido un cierta estabilidad, dado que en 2014 se contabilizaron 2.123.
León, en cabeza
Los positivos por alcohol y drogas continúan siendo la primera causa de los delitos y el pasado año representaron el 43,6 por ciento del total (924), frente a los 962 de 2022. La segunda causa, al igual que en los últimos ejercicios, fue la de conducir sin haber logrado el permiso o bien por hacerlo habiendo agotado todos los puntos del carnet. En este caso se contabilizaron 812 imputaciones, que representan el 38,1 por ciento. Por su parte, el exceso de velocidad sólo supone el 1,3 por ciento de los casos de las detenciones. El pasado año se contabilizaron 28, frente a las 39 de un año antes.
Por provincias, León volvió a situarse en cabeza con 413 investigados, un 10,8 por ciento menos en en 2022, por delante de Valladolid, con 309 (-9,6 por ciento), y Burgos, que acumuló 276 (+1,8 por ciento). Llama la atención el incremento del 24,6 por ciento registrado en la provincia de Segovia, que sumó 233 delitos. En el extremo opuesto se situó Palencia, con 149 (-16,7 por ciento), por delante de Soria con 153 (+9,2 por ciento) y Ávila, con 179 (-8,2 por ciento). En la provincia de Salamanca se contabilizaron 189 (-8,7 por ciento) y en Zamora, 216 (+8,5 por ciento).
Multas
Por otra parte, y a excepción de las denuncias que tramitan los radares de velocidad y que suponen más de la mitad, el pasado año los agentes de la Guardia Civil tramitaron 263.468 denuncias en la carreteras de la Comunidad, un 0,22 por ciento más que en 2022, y un 14,6 por ciento más que en 2019.
Por provincias, Burgos se situó en cabeza con 54.568 (-12,4 por ciento), por delante de Valladolid, donde se contabilizaron 39.865 (7,53 por ciento) y Salamanca, con 33.667 (+0,1 por ciento). En el extremo opuesto se encuentra Zamora con 15,683 (-3,6 por ciento); Palencia, con 18.460 (+6,9 por ciento) y Ávila con 21.960 (+8,1 por ciento). En León los agentes impusieron 32.540 denuncias (+7 por ciento), en Segovia 24.373 y en Soria 22.343 (+3,5 por ciento).
Penas
Las sanciones por dar positivo en un control de alcoholemia van desde los 500 euros de multa y la pérdida de cuatro puntos del permiso de conducir (entre 0,25 y 0,50 miligramos por litro en aire espirado) hasta los 1.000 euros y seis puntos en los casos más graves (más de 0,50 miligramos). En el caso de ser reincidente, la multa también es de mil euros, independientemente de la tasa de alcohol, aunque el conductor perderá cuatro o seis puntos dependiendo de la tasa.
No obstante, conducir bajo los efectos del alcohol se convierte en un delito cuando se supera una tasa de 0,60 miligramos. La penas que establece el Código Penal van desde tres a seis meses de prisión, multa de seis a doce meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días y, en cualquier caso, la privación de conducir entre uno y cuatro años.