El enfrentamiento entre Mañueco y Gallardo evidencia que el PP no tendrá presupuestos
El presidente acusa a los dirigentes de Vox de ser «títeres» de Madrid y Gallardo lo llama «progre de conveniencia»
El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, acusó hoy a los dirigentes de Vox de ser unos «títeres en manos de sus jefes de Madrid», tras romper la coalición de gobierno y ahora renunciar a trabajar desde la oposición, tras su ‘no’ al techo de gasto y los presupuestos. Sin embargo, el portavoz de Vox y exvicepresidente, Juan García-Gallardo, lo llamó «progre de conveniencia» y le recomendó que haga más caso a los votantes ‘populares’ y menos a los «jefes», para que le vaya mejor en las próximas elecciones.
En la sesión de control al ejecutivo del pleno de las Cortes, Fernández Mañueco respondió a la pregunta formulada García-Gallardo en la que le planteó si era «de izquierdas». «¿Sí o no?» le espetó ya que ahora consideró está «tan de moda», lo que le llevó a plantear si va a seguir gobernando para obtener «el aplauso de los líderes del PSOE» y le garantizó que tendrá que buscar otros socios para su «deriva progre».
En su turno, Fernández Mañueco aseguró que el aplauso «más fuerte» que ha dado el PSOE se produjo cuando los representantes de Vox abandonaron el gobierno de Castilla y León en julio de este año. Además, apuntó que el presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, está «encantado» con ellos. «Ya se han olvidado de Sánchez y de las personas de Castilla y León. Esa es la realidad», sentenció. Tras dedicar unas palabras de recuerdo al procurador Francisco Javier Carrera Noriega, fallecido recientemente, García-Gallardo aprovechó para hacer «oposición» al «consenso bipartidista» ya que concluyó que Mañueco «habla, actúa, legisla y gobierna» como un «progre». En su opinión, los que no están «encantados» con su salida de la Junta son los votantes del PP e invitó al presidente a preguntarles qué les parece que haya ahora un ejecutivo «abortista», que apoye la «inmigración masiva e ilegal», la Agenda 2030 o el «revanchismo histórico».
En opinión de García-Gallardo, «coger los votos de la derecha para hacer política de la izquierda es una estafa política», ya que aseguró el presidente «acata y acepta» cuando sus «jefes» de Madrid le pidieron paralizar el protocolo de las mujeres embarazadas, recuperar los «viejos privilegios» de los sindicatos o impulsar la Agenda 2030. A todo ello, unió, la petición de Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, de aceptar la llegada de más inmigrantes irregulares.
Obsesionado con el PP
El presidente de la Junta insistió en que Vox está «obsesionado con el PP» y se ha «olvidado» de Sánchez. «Vuelve a equivocarse de adversario», dijo Fernández Mañueco, quien también le pidió que pregunte a los votantes de Vox si lo que esperan de este partido es lo que están haciendo o trabajar por las personas de la Comunidad que se ven «perjudicadas» por las políticas «nefastas», las «mentiras» y las «chapuzas» del presidente del Gobierno. «Me habla usted de esto y de aquello», dijo para recordar que fueron los dirigentes de Vox los que renunciaron a trabajar por Castilla y León desde el Gobierno de la Comunidad, ya que señaló se «fueron libremente» al aceptar lo que le «ordenaron» desde la sede nacional de Vox, que consideró están más preocupados pnor las estrategias políticas que por las necesidades de las personas. También pidió a García-Gallardo que no culpara a nadie de lo que no han sido capaces de hacer en estos 2,5 años de legislatura. Ahora, añadió, tampoco se quieren sentar con el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, para mejorar la vida de las personas, reducir los impuestos o mejorar las políticas de vivienda. «Haga más caso a sus votantes y menos a sus jefes de Madrid».