El presidente del Gobierno aseguró en Ávila que España es uno de los países más seguros de Europa
Aznar pide a la Policía el fin de la impunidad de delincuentes en la calle
El presidente del Gobierno, José María Aznar, pidió ayer al Cuerpo Nacional de Policía que «esté en la calle, cerca de los ciudadanos» para seguir
El jefe del Ejecutivo subrayó que sin el «sacrificado esfuerzo» de todos los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad no sería posible el Estado de Derecho y señaló que para que éste ofrezca un marco de convivencia y de progreso a los ciudadanos, hace falta que las leyes sean cumplidas. El presidente del Gobierno pidió a la Policía que haga frente de forma especial a tres problemas: el terrorismo, la lucha contra la inmigración ilegal y la seguridad ciudadana. En relación con esta última, subrayó que España sigue siendo uno de los países más seguros de la Unión Europea, aunque reconoció que ha crecido la preocupación ciudadana y las leyes penales dejaban hasta ahora resquicios que han aprovechado algunos delincuentes. Para acabar con ello dijo que el Gobierno ha planteado reformas en el Código Penal, está facilitando más medios para la labor de la Justicia y está ampliando las plantillas de la Policía Nacional y la Guardia Civil. «De nada valdría reforzar las leyes si la Policía y la Justicia no tuvieran capacidades suficientes, pero también seria inútil limitarse a incrementar la plantilla de las Fuerzas de Seguridad y cerrar los ojos ante los evidentes resquicios de impunidad que hoy existen y que causan el lógico desánimo entre quienes deben velar por la seguridad y la libertad de todos», añadió. Aznar expresó su deseo de que desea que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado estén «en la calle, cerca de los ciudadanos, de los comerciantes, de los turistas y de los más débiles, los ancianos, los niños y las mujeres maltratadas». Todo ello cree que debe ir dando resultados, como considera que ya se puede comprobar en los datos de criminalidad del año pasado, en los que recordó que se ha frenado el crecimiento de la delincuencia, que aumentó la mitad que en 2001. Aunque advirtió de que no hay que sentirse satisfechos por ello, dijo que sí hay que estar «esperanzados» de que se está haciendo lo correcto para luchar contra la delincuencia. Además de rendir homenaje a los policías asesinados por los terroristas, Aznar se refirió a la lucha contra la inmigración ilegal y pidió un esfuerzo para hacer frente a las redes de tráfico de personas de otros países, que llevan a la «marginalidad» y la «explotación».