A SIETE DÍAS VISTA/Rosa Masegosa
Por ahí van los tiros
De auténtica salvajada puede calificarse la cacería de vacas asilvestradas que se ha visto estos días en la Cabrera. Mientras llegaban las denuncias del PSOE y de los colectivos ecologistas, las imágenes de la cruel matanza no dejaban a nadie indiferente. A pesar de ello, a los responsables de la Junta de Castilla y León no se les ocurrió otra cosa que suspender las cacerías aludiendo a motivos «estéticos» y al deseo de «no herir susceptibilidades». Más sensibilidad se le suponía al presidente Herrera, al responsable de Agricultura, José Valín, y a la propia consejera de Medio Ambiente, Silvia Clemente, quienes no acaba de reconocer que no se ha tratado de una simple cuestión de imagen, sino que se han equivocado de todas, todas. Y es que aunque el método fuera legal, como se empeñan en repetir todos a una, cabe preguntarse si era el más racional. Y la respuesta es claramente no. En cualquier caso, bastante ha tenido el Ejecutivo autonómico con la que se le ha venido encima: denuncia de los socialistas en la Unión Europea, y varias surrealistas y terribles imágenes de la masacre circulando por todos los informativos nacionales y hasta en la BBC. Desde luego, que a nadie se le ocurra a partir de ahora darle la razón al presidente Herrera, -sea cual sea la cuestión de la que se esté hablando-, recurriendo a la habitual frase de: «por ahí van los tiros», porque eso sí que podría herir su susceptibilidad. Más salvajadas Otra salvajada es el pleno que se celebra la semana que viene en las Cortes. Veintiuno puntos en el orden del día sin contar las preguntas de actualidad van a convertir en «infumable» el penúltimo pleno parlamentario de la actual legislatura. Y es que meter con calzador ni más ni menos que siete textos legislativos, -cuando lo normal es que, como mucho, se debatan tres-, parece ser el modo en que los parlamentarios de Castilla y León quieren acercar al ciudadano los temas que se discuten en Fuensaldaña. Y todo por cumplir el horario previsto. El portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, destacaba esta semana que el presidente Herrera ha cumplido todas las promesas que hizo en su discurso de investidura, llevando a las Cortes, en tiempo y forma, todas las iniciativas legislativas a las que se comprometió hace dos años. Eso es cierto, pero según los socialistas, más que un logro, tanta puntualidad sería un error puesto que Juan Vicente Herrera, al igual que un mal estudiante, se ha empeñado en presentar a última hora y a marchas forzadas un sinfín de textos, sin el suficiente tiempo para su reflexión y sin contar con todos los sectores implicados. Éste es el caso de la Ley por la que se creará el Servicio Público de Empleo de Castilla y León, que a finales de este año sustituirá al Inem. Este proyecto de Ley, que acaba de ser remitido a las Cortes, se aprobará durante el último pleno de la actual legislatura, -previsto para final de marzo-, por el procedimiento de lectura única, gracias al cual se suprimen los trámites de comisiones y de enmiendas escritas. Al margen de esta aprobación masiva de leyes, la cuestión es, al igual que se preguntaba el cantante Victor Manuel sobre las lágrimas que no se lloran, ¿dónde van las numerosas iniciativas pendientes que por cuestiones de tiempo no podrán debatirse durante la actual legislatura?.