Los sindicatos agrarios critican el desconocimiento de las restricciones y compensaciones que conllevará la red
Tierra de Campos será la comarca en la que se experimentará la Red Natura
Casi todo lo que rodea a la futura Red Natura es un gran desconocido para las organizaciones agrarias y, lo que es peor, también para
La extensa comarca de Tierra de Campos será la zona piloto elegida para comprobar las bondades de la futura Red Natura, a la que Castilla y León contribuye con el 23% de su superficie y la provincia de León con un tercio de su territorio total. La Consejería de Medio Ambiente ya ha puesto en marcha un programa experimental, en colaboración con el Ministerio y las Universidades de la comunidad, con el que se pretende testar qué tipo de prácticas agrarias y ganaderas son las más compatibles con el medio ambiente y cuáles las que más perjudican a la fauna y la flora silvestre. La financiación, en el aire Si bien este estudio ya está en marcha, la Consejería que dirige Silvia Clemente se encuentra a la espera de que la Unión Europea apruebe en breve un programa Life en este mismo sentido, lo que aumentaría considerablemente la financiación de esta iniciativa autonómica. Además del estudio de compatibilidades entre producción agroganadera y entorno, con el programa Life también se pretende la búsqueda de nuevos recursos y potencialidades, -como el turismo o la agroalimentación-, que puedan impulsar el desarrollo de esta zona respetando el medio ambiente. Precisamente, en la parte leonesa de la Tierra de Campos, el sector de la agroalimentación, con el puerro a la cabeza, ha tenido un gran empuje en los últimos años. A pesar de estas dos iniciativas, las organizaciones agrarias critican la grave situación de incertidumbre que sufren tanto el sector agrario como la propia Junta de Castilla y León en relación a la puesta en marcha de la futura Red Natura. Incertidumbre y desconfianza La organización Asaja es tajante respecto a este asunto, al denunciar que, a tan sólo unos meses de la constitución definitiva de esta Red medioambiental todavía se desconoce qué parte de su territorio total corresponde con la superficie agraria útil, cuáles son las limitaciones que sufrirán los productores y si habrá algún tipo de compensación de Europa. La incertidumbre es tal que incluso se desconfía de que la superficie de Castilla y León que finalmente estará incluida en la Red sea el 23 por ciento anunciado, puesto que la Comisión Europea está realizando una revisión de las propuestas de espacios españoles, lo que podría aumentar hasta en un 3% el territorio aportado por la comunidad.