Vallvé, el optimista

Si ha habido una persona optimista en la Junta a lo largo de toda esta legislatura, ése ha sido el consejero Vallvé. El actual titular de Industria, Comercio y Turismo, y anteriormente consejero de Fomento, se ha pasado los últimos cuatro años defendiendo los valores que sí tiene Castilla y León, en lugar de llorar por los muchos que le faltan. Para José Luis González Vallvé, que esta misma semana anunciaba su regreso a Bruselas, hace tiempo que llegó el momento de que Castilla y León empiece a saber venderse de verdad. Según ha repetido hasta la saciedad, está muy bien que «papá Estado» ayude a los territorios, a las empresas y a los ciudadanos con todo tipo de subvenciones, pero, al cabo de un tiempo éstas no sirven de nada sino echan a andar por sí solos. Es por ello que la comunidad más extensa de Europa debe valorar de una vez los enormes potenciales con los que cuenta y empezar a sacarles provecho. Ése ha sido el discurso de Vallvé, aunque en lugar de quedarse con ello, haya quien prefiera «morbosear» sobre las «verdaderas» razones que le hacen marcharse. Ya saben, eso de si fue antes el huevo o la gallina.