González Vallvé: «No saber valorarse es algo muy típico y muy frecuente en Castilla y León»

Se lleva muchos logros de su paso por el departamento de Industria, como el consenso obtenido en materia de Empleo o Minería, pero también algún que otro fracaso de su etapa al frente de la Consejería de Fomento, como las famosas Directrices de Ordenación del Territorio.-¿Ha dejado poso su eterno mensaje de que Castilla y León tiene que empezar a valorarse? -Criticar a la provincia o a la comunidad cuando hay un problema no es demasiado rentable. A lo mejor da una cierta rentabilidad política a corto plazo pero acaba perjudicando, puesto que vivimos en un mundo competitivo donde la imagen es lo importante. Creo que, con independencia de los debates políticos, siempre hay que dejar a salvo la buena imagen de la región. Sin embargo, este no saber valorarse es algo muy típico y muy común en Castilla y León que en otras regiones no se da. -Quizá en León, donde se han producido agravios comparativos, es aún más difícil... -Lo que es evidente es que si una comunidad autónoma como Castilla y León tiene escaso tamaño para competir, mucho menos una provincia. Cuanto más grande sea la unidad desde la que compites, mucho mejor, por lo tanto cuanto más grande hagamos todos Castilla y León, mejor para cada provincia. Desde un punto de vista práctico, lo que no tiene sentido es plantear ahora lo contrario. -Sin embargo, en León ha habido demasiadas decepciones como para valorarse o valorar la comunidad. Vease ahora el caso de LM o de Vitro. -Si hablamos de la industria eólica, hace cuatro años ni siquiera existía. Ahora León cuenta con una industria eólica importante, que tiene más de 800 empleos. Ahora ha surgido un problema de desajuste, como es normal en un mercado que empieza. Pero eso no puede poner en cuestión el futuro de toda un sector. Castilla y León lideró el año pasado la instalación de parques eólicos. Lo que pasa es que en esta tierra nos gusta vernos los últimos, y, ¡no señor!, en esto somos los primeros y podemos seguir siéndolo. -¿Son las energías alternativas la oportunidad que está buscando León? -Todo el aspecto energético en León es importante. Es una referencia en este aspecto. Es la provincia donde hay más industrias eólicas, donde está la minería, donde tenemos la mayor producción de energía eléctrica de origen térmico que es Compostilla... -¿Qué me dice de Vitro? -Hay que aclarar que Vitro no se va de Ponferrada. Vitro no sólo permanece sino que está ampliando empleo desde el año pasado. Lo que no podemos evitar, ni yo ni la UPL, es que si Vitro necesita la proximidad de un puerto de mar, elija otra comunidad distinta para poner en marcha un proyecto concreto. Estoy convencido de que nadie ha hecho más que la Junta para intentar que el nuevo proyecto de Vitro se quede aquí. -¿Qué es lo que ha hecho la Junta? -Nosotros les hemos dado todo tipo de facilidades para que instalaran su nuevo proyecto aquí, y ellos lo saben. Ahora, lo que no podemos darles es un puerto de mar no forzar una decisión empresarial. A partir de este momento, lo único que podemos hacer es fortalecer lo que Vitro tiene en El Bierzo y que esos 400 empleos sigan estando allí. -¿Cuál es el balance en el sector de la minería? -Cuando yo llego a Industria, el sector minero estaba sometido a muchas incertidumbres: la nueva regulación europea, la MSP en quiebra, las reservas estratégicas... Las cosas han ido razonablemente bien y ahora tenemos un sector regulado hasta 2010, unas reservas definidas de 5,3 millones de Tm, la principal empresa fuera de la quiebra y un gran consenso en la mayor parte de los temas. Hemos llegado al acuerdo en la definición de reservas estratégicas, en la postura en torno a la investigación de las ayudas europeas... En todo salvo en el Plan de Turismo para las Cuencas. -¿Por qué no se alcanza consenso en el Plan de Turismo? -Creo que es un asunto en el que tiene que acabar imponiéndose la razón, pero ahora estamos en época pre electoral... -¿Se alcanzará un acuerdo entre los agentes implicados? -Sinceramente, es imposible que no consigamos ponernos de acuerdo cuando por primera vez se van a invertir en las comarcas mineras 38 millones, cien por cien administración, en proyectos turísticos. Sin duda en breve alcanzaremos un acuerdo que desbloquee la puesta en marcha de todos estos proyectos, aunque creo que eso será ya durante la próxima legislatura. -Volviendo a los balances, si hay un proyecto por el que ha sufrido, ha sido el de las DOT... -Yo lo que quise es provocar un debate sobre la ordenación del territorio en Castilla y León, algo que levantó muchos prejuicios. Es evidente que esta comunidad, con más de 2.000 municipios, ha abandonado un modelo agrícola y ganadero de asentamiento de la población por otro urbano. Hay que reflexionar sobre el modelo de ordenación del territorio que ahora nos viene bien y eso suponía abordar que algunas de las actuales instituciones tienen que cambiar, como es el caso de las nueve diputaciones provinciales. -Para terminar, ahora que empieza a ver el bosque desde fuera, ¿cuáles son sus apuestas para Castilla y León? -El turismo. En un mundo cada vez más complicado, más incierto y más inseguro, destinos turísticos como los nuestros, que son seguros y de alta calidad, están creciendo y van a seguir haciéndolo.