Herrera ratifica su compromiso con el símbolo de la comunidad
El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, reafirmó ayer con su presencia en Villalar el compromiso con la Comunidad y con sus símbolos y expresó su respeto por las personas para las que Villalar ha sido el símbolo de las bases regionales y de Comunidad que hoy se desarrollan. Herrera madrugó para realizar una visita relámpago a Villalar. A las 8.36 horas apareció en la plaza de la villa comunera donde le esperaban el vicepresidente y consejero de Educación y Cultura, Tomás Villanueva; el alcalde del municipio, Félix Calvo Casasola; el presidente de la Diputación, Ramiro Ruiz Medrano; el delegado de la Junta en Valladolid, Jesús García Galván y el procurador Francisco Aguilar. Tras los saludos, dio un corto paseo por la plaza junto a la comitiva y llevando rodeado del hombro al alcalde de Villalar, mientras un grupo musical coreaba canciones. Justo antes de entrar en un bar se le acercó un joven y le preguntó por qué había venido a esa hora. Ya en el bar tomó un refresco de naranja y escuchó a dos personas que se le acercaron y le preguntaron por la carretera entre El Burgo de Osma y San Leonardo de Yagüe, en Soria. «No puedo saber todo», les respondió el presidente. «Juanvi, Juanvi, Juanvi...» Vuelta a la plaza, donde dos jóvenes coreaban su nombre «Juanvi, Juanvi», realizó unas declaraciones a los periodistas, a quienes pidió perdón por la hora «a contra estilo» de su visita pero reiteró que tenía la obligación de expresar su compromiso «político, institucional y personal con el símbolo de Villalar» y estar en la entrega del Premio Cervantes, a las 12.00 horas, a José Jiménez Lozano. Antes de abandonar la plaza de la villa comunera, en la que permaneció unos veinticinco minutos, otro joven de nombre Nacho, palentino, se le acercó y le grito: «Venga cuando viene la gente, haga la ofrenda a los comuneros». El presidente le preguntó si queria darle la mano. Se la dio. Y le volvió a preguntar si «así representa a Castilla y León». Herrera le deseó un buen día. El presidente afirmó que es conciente de que «la polémica está servida» tanto si visita Villalar por la mañana como por la tarde y, ante una pregunta relativa a que Antonio Herreros le había desaconsejado la presencia porque le iban a «tirar huevos», declinó responder y optó por «brindar» por la fiesta y por que los ciudadanos disfruten de ella.